MENDOZA (ARGENTINA)
La Izquierda Diario [Buenos Aires, Argentina]
July 28, 2015
By Julián Maradeo
Lo hará Julieta Añazco y será entre el 31 de julio y el 2 de agosto en el encuentro organizado por la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico. Mientras, el Episcopado prepara una “guía” para actuar frente a abusos sexuales de curas.
Por primera vez una argentina disertará en la Conferencia Internacional de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico (SNAP en inglés), que comenzará el viernes en Washington. Se trata de Julieta Añazco, quien contará su caso y otros diez más.
“Tengo muchas expectativas porque, en 25 años, es la primera vez que participa alguien de Argentina y encima teniendo Papa argentino. Me he enterado que también de parte de ellos tienen muchas expectativas por el encuentro. Me siento feliz porque conoceré a Barbara Blaine, que es la presidenta de SNAP, y al exsacerdote mexicano Alberto Athié, el cual lucha contra abusos eclesiales en su país, motivo por el que dejó los hábitos. Y también conoceré al doctor Héctor Guillén, de Perú, quien tiene a su hijo en una secta religiosa. Estas tres personas me han formado, me han moldeado y me han brindado mucha información en los días de oscuridad por los que pasé. Ellos me han escuchado y me han brindado su mano. Hasta me han enviado documentales desde Perú sobre abusos eclesiales en todo el mundo”, anticipó Añazco.
Tras denunciar los abusos perpetrados, en la década del ‘80, por el cura Ricardo Giménez durante los campamentos para chicos que organizaba en Bavio, partido de Magdalena, Añazco viene tratando de reunir a las víctimas. “A medida que me fui metiendo, me fui dando cuenta de que los casos que hay en Argentina están aislados, por eso me pareció que las víctimas tenemos que organizarnos y juntarnos”, relató.
En la conferencia del SNAP, Añazco narrará también otro caso que tiene como victimario a Giménez, aparte de los de los curas Jorge Luis Morello, Justo José Ilarraz, Luis Brizzio, Rubén Pardo, Osvaldo Ramírez, Félix Alejandro Martínez, Nicolás Bruno Corradi, Alejandro Squizziatto, Raúl del Castillo y José Rohr.
En dicho encuentro, Añazco buscará “aprender y que me nutran de información para saber qué hacer y cómo tratar a futuros sobrevivientes que se vayan animando a hablar sobre lo que les pasó”.
La conferencia se realizará poco antes de que el Episcopado argentino estrene otro parche. El 5 de agosto dará a conocer la guía para prevenir y actuar ante abusos a menores, cuyo texto, según la Agencia Informativa Católica Argentina, fue aprobado por el plenario de obispos en abril de 2013 y enviado a la Santa Sede para su revisión. Se presentará en el marco del curso “La actuación de la curia en los delitos cometidos por clérigos y religiosos”, que organizará la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA).
Algo similar fue lanzado meses atrás en Chile. En esa oportunidad, el presidente de la fundación Para la Confianza, José Andrés Murillo, manifestó que “esta estrategia sigue centrándose en lo sexual del abuso y no en su característica principal que es el abuso de poder”. Luego, insistió diciendo que “el problema que tiene la Iglesia cuando enfrenta los abusos sexuales es la manera en que lo entiende. Lo considera una relación sexual que se manifiesta abusivamente. Por eso, al condenarlo, acuden al sexto mandamiento (el de la sexualidad). Pero el abuso, especialmente el que involucra a sacerdotes, es un abuso de poder”.
Cabe recordar que en 2009 el delegado del Vaticano, Silvano Tomassi, había precisado en una declaración ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que, según las estadísticas internas del Vaticano, entre el 1,5 y el 5% del clero católico estaba involucrado en casos de abusos sexuales a menores. Los miembros del clero en todo el mundo son 440 mil, por lo que, de acuerdo con esa cifra, entre 6 mil y 20 mil curas habrían cometido delitos de pederastia.
Los casos
Justo José Ilarraz. Recientemente procesado por abusar, entre 1984 y 1992, a medio centenar de jóvenes en el Seminario Menor de Paraná. Su caso recién llegó a la justicia a fines de 2012. Por primera vez, en abril de este año, se sentó en el banquillo de los acusados.
Ricardo Giménez. Por el abuso de cinco menores en Magdalena fue arrestado en 1996, pero luego fue liberado por los jueces Raúl Delbés y Horacio Piombo. En 2013 Julieta Añazco lo denunció por los vejámenes que padeció durante la década del 80 en Bavio. La semana pasada, el fiscal platense Marcelo Romero archivó la causa. En Washington, también contará otro caso que involucra a Gimenéz, ocurrido en la misma diócesis a fines de los 70.
Luis Brizzio. Una víctima representada por el especialista en derecho canónico, Carlos Lombardi, lo denunció por haber abusado de él en la década del 80 mientras integraba un grupo de adolescentes que el sacerdote conducía en Gálvez, ciudad situada a 80 kilómetros de Santa Fe capital. Cuando lo interrogaron respecto de las acusaciones que pesan sobre Brizzio, el presidente de la Conferencia Episcopal, José María Arancedo, sostuvo que todo se decide en Roma.
Rubén Pardo. En 2004, en Berazategui, se supo que a pesar de que el mismo cura acusado reconoció el abuso de un menor, el entonces arzobispo de Quilmes, Luis Stöckler, se amparó en su derecho de no denunciarlo ante los tribunales, y sólo le aplicó una “amonestación”. Casi diez años después, en 2013, la Cámara de Apelaciones de Quilmes confirmó la sentencia de primera instancia que había condenado al Obispado de Quilmes a pagar una indemnización.
Jorge Luis Morello. En abril de 2013, la Suprema Corte de Justicia de Mendoza dictaminó que el Arzobispado de Mendoza debía indemnizar a Iván González, por los abusos de los que fue víctima entre 1998 y 2001. Según el arzobispado, se trató de una relación homosexual entre dos personas adultas, sin tener en cuenta que el denunciante era menor de 21 años.
Raúl del Castillo. Sacerdote salesiano, actualmente en Paraguay. Los hechos por los que fue denunciado, en Mendoza, datan de fines de los 90.
Jesús Domingo Pacheco. Fue denunciado por Osvaldo Ramírez de abusar de él cuando era el cura párroco en la capilla San Antonio de Goya. Pacheco estuvo detenido desde 2011 hasta 2013, cuando el obispo de Goya, Ricardo Faifer, depositó el título de una camioneta propiedad del obispado en garantía por un valor de 50 mil pesos para que la Justicia conceda la libertad.
José Rohr. Fue acusado de abusos sexuales y agresiones físicas durante la década del 80 en el Seminario San José, situado en Venado Tuerto, Santa Fe.
Alejandro Squizziatto. Acusado de abusar de un niño en Guaymallén, Mendoza, en 2014.
Nicolás Bruno Corradi. Acusado de abusar, entre 1955 y 1984, en el Instituto Próvolo, de Verona (Italia), para niños y jóvenes sordomudos. Ante las autoridades eclesiásticas fueron presentadas denuncias de violaciones, masturbaciones obligadas por curas y relaciones de sodomía cometidas en los dormitorios. Los curas involucrados fueron aproximadamente 130. Algunos de ellos fueron trasladados a la Argentina, particularmente a La Plata y Mendoza. En esta última ciudad recaló el cura Corradi, actualmente octogenario, quien cometió abuso de poder contra docentes y alumnos. Extraoficialmente se sabe que hubo abuso sexual contra algunos alumnos. Cuando reclamaron los padres se les “compró” el silencio con indemnizaciones.
Félix Alejandro José Martínez. Las denuncias de los padres señalan que alrededor de 20 niños fueron abusados, entre 2001 y 2002, en el colegio Nuestra Señora del Camino, dependiente del Obispado de Mar del Plata. La justicia absolvió al profesor de Gimnasia Fernando Melo Pacheco. Actualmente, se aguarda la respuesta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ante el recurso de queja presentado. Asimismo, se hizo un pedido de informes ante el obispado para conocer cómo actuó José María Arancedo, quien estaba a cargo de esa diócesis y actualmente preside el Episcopado argentino.