SAN MARTíN (ARGENTINA)
Revista Furias [Buenos Aires, Argentina]
March 20, 2018
By Analía Daniela López
Entrevista a Karen Maydana, denunciante del cura Carlos José.
Karen tenía 9 años cuando Carlos José, el sacerdote a cargo de la Parroquia San José Obrero en Caseros -partido de Tres de Febrero-, abusó de ella durante la primera confesión para su comunión. En el año 2009 se hizo la primera de las 7 denuncias que al día de la fecha se tramitan juntas en la Fiscalía de San Martín -Unidad N°14-. Cuando la Iglesia se enteró, decidió encubrirlo y trasladarlo a Tandil.
¿Cuándo se realizó la denuncia, cómo se caratuló y en qué estado se encuentra hoy en día?Mi denuncia fue la cuarta, la hice el 17 de Julio del 2017. Hoy somos 7 denunciantes y la causa está caratulada como “Abuso sexual gravemente ultrajante”. Ahora nos están realizando las pericias psicológicas a todas, esperamos la llegada del juicio oral y, en el mejor de los casos, la sentencia firme.
"Lamentablemente existe una cultura de la violación y cuestionan siempre a la víctima. Imaginate que a mí me preguntaron qué hice para provocar eso. ¡Tenía 9 años! Decime que pude haber hecho."
¿Crees que la justicia está actuando bien?Desde el primer día noté que la justicia es muy machista y la manera en la que actúan no nos hace bien a ninguna. Un par de las chicas quieren bajarse del caso porque no soportan como nos trata la justicia. La mayoría salimos de la fiscalía llorando.
Lamentablemente existe una cultura de la violación y cuestionan siempre a la víctima. Imaginate que a mí me preguntaron qué hice para provocar eso. ¡Tenía 9 años! Decime que pude haber hecho. Es terrible y es algo que tiene que cambiar urgente, porque no todxs lxs sobrevivientes de abusos somos lo suficientemente fuertes como para soportar ese tipo de cosas.
¿Cuál fue tu principal pedido este 8M?
Fui, como todos los años, a luchar por todas. Pero este año fue especial ya que era mi primer marcha con la denuncia ya hecha y con mi caso ya visible. Fui a visibilizarlo más y a mostrar que si yo pude hablar después de 14 años, que si pude hacer la denuncia y que si puedo sanar, todas pueden. Mi principal pedido fue: ¡No se callen más! ¡No están solas!
¿Tuviste apoyo de la familia, amigxs u organizaciones para poder contar esto después de tantos años?Se lo conté primero a dos amigas y ellas me apoyaron para que se lo cuente a mi familia. Automáticamente recibí el apoyo de ellxs también.
¿Creés que la sociedad está cambiando y ya no encubre más a curas abusadores?Creo que estamos en un proceso histórico, que las mujeres estamos levantando la voz y que cada vez somos más. Estamos generando algo enorme y estoy segura que las cosas van a cambiar para bien.
¿Cuál es tu mensaje para esa persona que aún no se anima a contar o denunciar un abuso?Cuando yo lo conté sentí por primera vez que podía recuperar mi vida y que finalmente podía sanarme. Me sentí libre. Por eso quiero decirle a quien haya pasado por un abuso y no se anima, primero: que no están solxs. Y, que si bien es algo movilizante y difícil, al final terminás sanando y recuperando tu vida. Recuperar la voz es el primer paso, después lo demás se va dando. Yo nunca imaginé que iba a contárselo a alguien y menos que iba a denunciar. Hoy me encuentro en un lugar que no pensé que iba a ocupar y estoy cómoda y feliz de poder alzar mi voz y ayudar a lxs demás.
"Quiero decirle a quien haya pasado por un abuso y no se anima, primero: que no están solxs. Y, que si bien es algo movilizante y difícil, al final terminás sanando y recuperando tu vida. Recuperar la voz es el primer paso, después lo demás se va dando."
Lamentablemente, las 7 querellantes tienen la sospecha que hay muchas más personas que fueron abusadas por el cura Carlos José y no han podido denunciarlo; piden que se animen a contarlo, que no van a estar solxs.
El camino no ha sido fácil para ellas pero desde el año pasado -gracias a la denuncia penal y al posterior pedido de captura-, Carlos José, el sacerdote que la Iglesia encubre, se encuentra en prisión preventiva a la espera de una condena firme.