MEXICO CITY (MEXICO)
La Nación [San José, Costa Rica]
February 19, 2004
Santiago de Chile, 19 feb (EFE).- El sacerdote chileno Víctor Hugo Carrera, acusado de abusar sexualmente de un niño y prófugo de la justicia, fue detenido hoy al llegar a Santiago desde La Paz, donde estuvo oculto el último tiempo, informaron fuentes del caso.
Carrera, sobre quien pesaba una orden de extradición desde mayo de 2002, será trasladado de inmediato a la austral ciudad de Punta Arenas, en la que ocurrieron los hechos que lo involucran, dijo el abogado Guillermo Ibacache, que representa a la parte querellante en el proceso.
“Esto facilita mucho las cosas, puesto que ahora podremos aprovechar de juntar las demandas civiles con las criminales. Estoy sumamente satisfecho”, comentó el letrado a medios locales.
Carrera, que se desempeñaba como secretario personal del obispo de Punta Arenas, Tomás González, fue encontrado la semana pasada en La Paz por un equipo del canal privado Chilevisión.
Carrera vivía y oficiaba misas en la parroquia “Jesús Obrero”, de la ciudad sede del gobierno boliviano, pero al ser encontrado declaró al mismo Canal su intención de regresar a Chile y afrontar la acusación en su contra.
El sacerdote admitió el año 2000 haber manoseado con intenciones sexuales a un niño de 13 años durante unas jornadas católicas juveniles en Punta Arenas, a 2.400 kilómetros al sur de Santiago y en diciembre de ese año abandonó Chile hacia México, donde estuvo seis meses en tratamiento psicológico, según la televisión.
En junio de 2001 viajó a Italia, donde permaneció dos años en una terapia espiritual, al término de la cual se desplazó a Bolivia, mientras en Chile el obispo Tomás González aseguraba desconocer su paradero y alegaba su inocencia.
Sin embargo, Carrera fue castigado por el Tribunal Eclesiástico, que le prohibió volver a la diócesis de Punta Arenas durante cinco años.
La Iglesia chilena ha sido golpeada en los últimos años por varios casos de pederastia y relajo sexual de sus representantes, de los que el más conocido es el del ex arzobispo de La Serena, Francisco Javier Cox Hunneus, quien debió renunciar a causa de su “irrefrenable homosexualidad”.
El prelado, redactor de pastorales sobre moral del Episcopado y que ocupó un alto cargo del Consejo Pontificio para la Familia, en El Vaticano, se recluyó de por vida en un monasterio de la orden de Schoenstadt, en Europa.
También está preso, en espera de la sentencia, el cura José Andrés Aguirre, que admitió haber mantenido relaciones con más de una decena de niñas menores de edad mientras trabajaba como consejero espiritual en diversos colegios católicos. EFE
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