ARGENTINA
Pagina/12
Por Carlos Rodríguez
María Inés Olivella, testigo en la causa contra el cura Julio César Grassi luego de haber sido terapeuta de uno de los chicos que lo denunciaron por abuso sexual, aseguró que el caso “reactualiza la problemática psicológica y social de la que son víctimas los niños, niñas y adolescentes que llegaron tarde en el reparto de bienes de nuestra sociedad y que, por tanto, los define como excluidos sin destino ni futuro”. Olivella, miembro fundadora de Amnistía Internacional en Argentina y candidata a legisladora por Izquierda Democrática, resaltó que “no es casual, a la luz de la historia, que demore tanto considerar a un niño sujeto de derecho”, en relación con lo que está viviendo “Gabriel”, quien era un chico cuando ocurrieron los hechos por los cuales ha sido condenado Grassi.
“Todavía es difícil librarlos de sus crueles sometimientos porque en nuestra sociedad cumplen funciones de servicios sexuales, trabajo no pagado o mal pagado y hambre sin salud. Todos sabemos quiénes son los adultos hipócritas y cobardes escondidos en la impunidad, mientras siguen gozando de lo que los niños les proveen; y esta situación parece ser un ejemplo”, expresó Olivella en un comunicado enviado a Página/12.
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