Denunciaron los abusos de una monja y su historia llega al cine: se estrena Caminemos Valentina

SAN LORENZO (ARGENTINA)
La Voz [Córdoba, Argentina]

September 23, 2023

By Lisandro Tosello

Basada en hechos reales, la película dirigida por Alberto Lecchi tomó como referencia un libro de la cordobesa Sandra Migliore, quien relata abusos sufridos en un noviciado. Se estrena el jueves. 

Hoy Sandra Migliore (57) y Valentina Rojas (52) viven en Justiniano Posse, una pequeña ciudad de poco más de 10 mil habitantes, ubicada en el departamento Unión, en el sudeste de la provincia de Córdoba.

En la década del ‘80, del siglo pasado, sus caminos se cruzaron por primera vez en el convento de la congregación Hermanas Educacionistas Franciscanas de Cristo Rey, en la ciudad santafesina de San Lorenzo.

La primera en ingresar a ese lugar con el objetivo de convertirse en monja fue Migliore. Era admiradora de San Francisco de Asís. Eso hizo que en febrero de 1983, con 16 años, entrara al noviciado y conociera a Leopoldina (su apellido se reserva por razones legales), su maestra de formación.

Dentro del ámbito eclesiástico, Leopoldina se hacía llamar Bibiana. Ni Sandra ni sus 12 compañeras tuvieron motivos para sospechar que, además de ser su maestra, esa religiosa terminaría siendo, según su relato, la mujer que abusaría de su poder hasta llegar al sometimiento sexual.

Esos aberrantes delitos salieron a la luz cuando Migliore se atrevió a denunciarlos en 2011. Ya no formaba parte de la vida religiosa, dejó los hábitos en 1991, pero seguía ligada a la congregación puesto que se desempeñaba como personal administrativo en un colegio en la ciudad de Lanús, en la provincia de Buenos Aires.

En 2014 publicó con la editorial Nova su libro Raza de víboras, memorias de una novicia, donde cuenta de manera cruenta los abusos que ella y otras monjas, entre las que estaba también Valentina Rojas, sufrieron en manos de su maestra de formación.

Un ejemplar de ese libro llegó a manos del cineasta Eliseo Subiela (ya fallecido), quien por cuestiones de agenda no pudo llevar esa historia al cine, pero le compartió el dato a un amigo personal: Alberto Lecchi, también realizador.

Fue él quien luego de leer el libro, y de reunirse con sus protagonistas en 2018, escribió el guion de Caminemos Valentina, la película que tiene previsto estrenarse en el país este 14 de septiembre.

UN FILME DE DENUNCIA ENTRELAZADA CON UNA HISTORIA DE AMOR ENTRE DOS MUJERES

La película narra las vivencias de Migliore y de Rojas, quienes fueron abusadas por su maestra formadora durante su internado en el convento de San Lorenzo. Si bien es un filme de denuncia, y refleja el dolor que atravesaron siendo adolescentes, también se entrelaza con el nacimiento de una emotiva historia de amor que tardó décadas en concretarse.

En 1985, aún siendo novicia, Migliore fue trasladada del convento de San Lorenzo hacia una nueva casa parroquial en Lanús. Allí ella se sintió a salvo y trató de tapar el trauma que sufrió en manos de la monja Leopoldina o Bibiana.

En Lanús fue bien recibida por Odilia, una monja mayor. Ella la contuvo. “Fue la única persona que supo que Leopoldina me abusó en el noviciado”, dice hoy Migliore.

El modus operandi de Leopoldina siempre habría sido el mismo. Ganaba la confianza de las aspirantes a monjas para luego forzarlas y abusarlas en el sótano de la casa de formación, según los relatos de muchas mujeres que pasaron por el noviciado. Es por eso que en febrero de 1991, después de un retiro espiritual, Migliore abandonó la vida religiosa: “No soporté que ella siguiera abusando de las monjas. Me fui sin avisar, no quería presiones ni consejos de nadie”, sostiene.

En esa época, ella se puso a trabajar como maestra de primaria en un colegio de la congregación, hasta que Odilia le ofreció un puesto administrativo en la institución. Ahí se reencontró con la hermana Valentina, quien era la apoderada legal y, por consiguiente, su jefa.

Hoy Migliore y Rojas están unidas en matrimonio, pudieron salir adelante y reconstruir sus vidas.

“La película no busca perjudicar a nadie, pero sí abrir los ojos. Es lo que nos pasó a nosotras. El filme de Lecchi contribuyó a cerrar definitivamente las heridas del pasado y, a la vez, me ha hecho valorar la felicidad del nuevo camino que elegí recorrer junto a Valentina”, adelanta Sandra Migliore a VOS. A lo que Rojas añade: “Cuando supe que la película era una realidad, me sentí abrumada y expuesta poniendo en manos de alguien más mi historia. Esto me llevó a un lugar al que nunca hubiera querido volver. Pero hoy, viéndola, siento que soy otra. Tengo una vida maravillosa y Caminemos Valentina ya no me pertenece, sino que es de todos. Y eso me hace mucho bien”.

EL FILME

La película es una coproducción argentina-chilena, entre Zarlek Producciones S.A, de Luis Sartor (Argentina), y Andrea Films Internacional, de Silvio Caiozzi y Guadalupe Bornand (Chile); en asociación con Luis Schenone, Diego Turdera, Pablo Topet, Jonathan Daniele, Edgardo Viereck, Valentina Rojas y Sandra Migliore.

Se rodó completamente en Argentina. Las locaciones elegidas fueron el centro cultural Mercedes Sosa, ubicado en el barrio porteño de San Telmo, y un colegio de San Miguel, en la provincia de Buenos Aires.

Del elenco forman parte Paula Sartor, que interpreta a la hermana Valentina (Rojas), en tanto su versión adolescente es construida por la actriz Sara Margot.

Las chilenas Jacinta Torres Molina y Gabriela Robledo Azócar interpretan la versión adolescente y adulta de la cordobesa Sandra Migliore.

En tanto, la maestra de novicias, sobre la que recaen las denuncias de abusos sexuales, es interpretada por la actriz chilena Roxana Naranjo Torres.

Caminemos Valentina se completa con las participaciones especiales de Lidia Catalano, como la madre superiora; Ana Celentano, como la hermana Luciana; Valentina Frione, como Ariana; Víctor Laplace, como el canciller; Marta Lubos, como la hermana Clara; Martín Soler, como el sacerdote; Tina Ottaviano, como la hermana Mariana; Cristina Maresca, como la hermana Odilia; Graciela Muñiz, como la hermana Natalia, y Lucía Gandolfo, como la hermana Graciela.

PRESENCIAR EL RODAJE EN BUENOS AIRES

Cuando Sandra y Valentina se reencontraron, en 2008, mantuvieron un vínculo estrictamente laboral. Luego, empezaron a cultivar una amistad. “Yo era la mano derecha de Valen en el colegio. A veces salíamos a caminar luego del horario de trabajo”, describe Migliore.

En 2010, una serie de cartas anónimas empezaron a circular por los correos electrónicos de las religiosas y las exreligiosas, en las que denunciaban irregularidades dentro de la congregación franciscana. Entre esas exposiciones, resaltaban los abusos sexuales de Leopoldina.

Fue ahí que empezaron a hablar entre ellas sobre la época del noviciado y de los tormentos que atravesaron a merced de esa monja. “No queríamos hablar en el colegio porque las paredes oyen”, dice Migliore a VOS. Y prosigue: “Yo le decía ‘Caminemos, Valentina, caminemos’, así podíamos conversar. El filme muestra todo el proceso que fuimos haciendo nosotras, de conocernos, de empezar a querernos mucho, y de querer compartir nuestra vida juntas”.

“La película quiere demostrar que se puede vivir en el amor y en la alegría. Que se puede ser feliz después de haber pasado un trauma de abuso, de acoso, como el que vivimos nosotras. Que se puede salir adelante”, resume Valentina Rojas.

Consultadas sobre el rodaje, ambas dijeron que estuvieron presentes en algunas de las filmaciones, que fue una experiencia positiva, y que lograron crear un vínculo muy humano y cercano con el elenco actoral.

A horas del estreno, Sandra y Valentina experimentan distintas sensaciones. “Vamos a poner todo de nosotras para que le vaya bien a la película. La producción le puso el alma a este proyecto. Hubo un compromiso de todos. El tratamiento del tema fue muy respetuoso, no tiene golpes bajos”, dicen al unísono. Y agregan: “El libro es mucho más crudo”.

En relación con lo que esperan qué suceda con el filme, Migliore y Rojas entienden que el mensaje es importante porque, si bien la “sociedad ha cambiado mucho, el abuso de menores sigue sucediendo… y eso es grave”.

“Son temas sensibles y es bueno que estas historias lleguen al cine, que se aborden y tengan masividad. Los abusos de religiosas contra mujeres es el menos denunciado, no porque no existan, sino porque no se denuncian. Esta película ayudará a correr el velo”, concluyen.

“QUE LA IGLESIA SE ACERQUE A LA GENTE”: LAS NOTAS DEL DIRECTOR LECCHI

Para el realizador Alberto Lecchi llevar la historia de Sandra y de Valentina al cine es una forma de mostrar la crisis interna de una institución como la Iglesia católica, que tiene creyentes en todo el mundo, pero sin dudas “encierra entre sus dirigentes una cuota de hipocresía y una falta de acompañamiento en los cambios culturales que se fueron dando progresivamente a lo largo del tiempo”.

Hoy, Sandra y Valentina esperan respuestas, sabiendo que la denunciada, al menos hasta 2019, mantenía la protección de la Iglesia en Venezuela.

“La idea de este filme no sólo es mostrar la dura y cruel historia de estas mujeres, sino también visibilizar una maravillosa historia de amor que nos muestra el presente y a su vez rompe con absurdos y antiguos conceptos. Que la Iglesia se acerque a la gente y no que se aleje, alegando perimidas ideas u ocultando desvíos de algunas de sus representantes”.

PARA VER “CAMINEMOS VALENTINA”

Origen: Argentina, Chile. Género: Drama. Director: Alberto Lecchi. Actores: Paula Sartor, Gabriela Robledo, Sara Gutiérrez, Jacinta Torres, Roxana Naranjo Robles, Ana Celentano, Valentina Frione, Víctor Laplace, Lidia Catalano, Sandra Migliore. Estreno 14 de septiembre.

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