LEóN (MEXICO)
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July 10, 2023
Jorge Raúl Villegas Chávez fue un destacado sacerdote en la arquidiócesis de León, donde fungió durante años como vocero del entonces arzobispo José Guadalupe Martín Rábago (2006-2012). Demandado en 2014 por una mujer que le exigía reconocer la paternidad de su hija, que entonces tenía casi nueve años. Un juez dispuso que Villegas se sometiera a una prueba de paternidad. En junio de 2014, la arquidiócesis de León anunció que Villegas sería suspendido de su ministerio activo para que pudiera «cumplir plenamente con la responsabilidad adquirida» para con la niña. No obstante, se dice que siguió ejerciendo su ministerio en la parroquia de San Cayetano, Irapuato. En 2016 se le permitió aceptar un cargo de confesor y asesor en el Colegio Atenas de Irapuato, un colegio de monjas. En febrero de 2017 fue detenido y acusado penalmente de agredir sexualmente a dos alumnas de 14 años que habían acudido a él para confesarse. A ellas se sumaron otras tres niñas del colegio, de 9, 12 y 13 años respectivamente, quienes también lo acusaron de abusos sexuales. La arquidiócesis de León emitió un comunicado en el que se deslindó de toda responsabilidad respecto de las funciones ministeriales de Villegas en Irapuato, afirmando que Villegas estaba suspendido desde septiembre de 2012 y que la arquidiócesis no tenía ninguna autoridad sobre sus actividades sacerdotales en la diócesis de Irapuato. Según la ley eclesiástica, Villegas habría tenido que obtener el permiso del obispo de Irapuato para ejercer su ministerio en dicha diócesis. En abril de 2018, Villegas fue condenado a 90 años y siete meses de prisión por los delitos de violación calificada, hostigamiento, explotación y abuso sexual de dos menores de 14 años. Sin embargo, la condena efectiva es de 60 años, ya que esta es la pena máxima que establece el código penal de Guanajuato. Durante su reclusión, el obispo Díaz de Irapuato le habría permitido a Villegas celebrar misa, en aparente violación de las sanciones impuestas por las leyes canónicas. En octubre de 2019, el Supremo Tribunal de Justicia de Guanajuato rechazó una apelación contra la condena dictada. No obstante, en febrero de 2022 el Tribunal Colegiado en Materia Penal otorgó un amparo a Villegas y ordenó un nuevo juicio. Según el fallo, en el primer juicio se violaron las garantías procesales del sacerdote cuando el juez escuchó los testimonios de las víctimas en privado, sin que estuvieran presentes ni el sacerdote ni su abogado. En noviembre de 2022, el tribunal de apelaciones confirmó la condena y amplió la pena del sacerdote a 117 años, dándole la pena máxima por cada uno de los cinco cargos, al encontrar que los delitos habían sido cometidos con dolo.