(ARGENTINA)
Canal 9 Televida, ElNueve.com [Mendoza, Argentina]
July 22, 2022
Ya son tres los alumnos que denunciaron públicamente los hechos que habrían ocurrido en 2002, pero varios compañeros se comunicaron con ellos para contar que también fueron víctimas del párroco.
Dos exalumnos del colegio porteño El Salvador, perteneciente a la congregación Jesuita, denunciaron públicamente que fueron víctimas de abuso sexual en 2002, cuando estaban en sexto grado por el cura que en ese momento era el tutor del colegio, César Fretes, hoy muerto.
Los jóvenes, que hoy tienen 31 años, presentaron un reclamo administrativo al colegio por los abusos sexuales que Fretes habría cometido cuando cursaban sexto grado, a sus 10-11 años. El objetivo es recibir una reparación por los daños psicológicos y morales causados.
Los que hicieron pública la denuncia fueron Pablo Vio y Gonzalo Elizondo hace unos días. Luego, otro exalumno, Francisco Segovia (32), los contactó para contarles que había sido víctima de Fretes en 2001.
Los tres jóvenes aseguran que más de 30 compañeros se comunicaron con ellos para contar que vivieron situaciones similares.
Fretes fue trasladado de forma repentina a Mendoza y en 2007 fue expulsado de la comunidad. En 2015, a los 45 años, murió de cáncer.
Pablo y Gonzalo consideraron que el movimiento feminista fue un gran impulsor para que ellos se animaran a hablar. “El caso de Thelma Fardin me impactó mucho, lo que contó y generó. Muchos empezaron a hablar y reflexionar sobre la importancia de dejar de callarse y me di cuenta que yo no se lo había contado a nadie. Entonces empecé un largo proceso para animarme a hablar”, contó Gonzalo a Télam.
“Mucho de la lucha de las mujeres, del 8M, hizo que cambiara la forma de pensar. Toda la ola de feminismos logró poner la vergüenza del otro lado, del lado que tiene que estar, en el agresor, de quien ejerce la violencia y no del lado de la víctima”, sumó Pablo.
El colegio El Salvador es solo para hombres y de doble escolaridad. Los alumnos pasaban muchas horas allí. Gonzalo contó que “Fretes era nuestro tutor en sexto grado, cualquier problema que tuvieras era la persona con la que hablabas. Había veces que él entraba a la clase y decía ‘Gonzalo vení’ e íbamos a hablar en su despacho, una oficina con los vidrios pintados, no se veía para adentro, ¡una locura! Ahí el tipo hacía lo que quería“, agregó Gonzalo.