(CHILE)
La Tercera [Las Condes, Santiago, Chile]
May 16, 2022
By Catalina Batarce and Juan Manuel Ojeda
El otrora vicario general del Arzobispo lleva 11 días España, pero hasta ahora, no se ha precisado si su viaje corresponde o no a una sanción canónica en su contra.
Las interrogantes en torno al viaje y las denuncias en contra del exvicario general del Arzobispado de Santiago, obispo Cristián Roncagliolo, no desaparecen. El pasado jueves 5 de mayo Roncagliolo partió rumbo a España para una “recuperación integral”, pero siete días después La Tercera PM reveló que su periplo se dio en medio de denuncias por abuso sexual y hostigamiento laboral.
La presidenta del Consejo de Prevención de Abusos y Acompañamiento a Víctimas de la Conferencia Episcopal (CECh), Ana María Celis, admitió que se había recibido una denuncia por “hechos de connotación sexual”. “Contando con la autorización para responder por parte de quienes, en el contexto del servicio de escucha encargado por monseñor Scicluna recurrieron al Consejo de Prevención de la CECh, se recibieron antecedentes relativos a monseñor Roncagliolo y, sin que al Consejo le correspondiese calificar los hechos o conocer decisiones posteriores, se derivaron a la Congregación para los Obispos de la Santa Sede”, manifestó la profesional la semana pasada.
La situación causó impacto al punto de que el párroco de Los Castaños -donde Roncagliolo se desempeñó anteriormente como vicario-, Roberto Espejo leyó en la misa de ayer domingo el comunicado que el vicario general actual, Alberto Lorenzelli, emitió en razón del caso. Los colaboradores del Arzobispado de Santiago fueron los primeros en recibirlo, a las 00.40 horas del viernes 13 de mayo y luego, durante la tarde, se cargó en la página oficial de la Iglesia de Santiago.
Sin embargo el primer punto del comunicado contradice lo que Roncagliolo comunicó en su declaración pública del jueves 12. En esa ocasión el prelado indicó que sabía de una denuncia por “supuesto hostigamiento” laboral presentada por un trabajador del Arzobispado y que había pedido las disculpas del caso. Sin embargo en la comunicación de su sucesor se hizo presente que el “maltrato laboral y abuso de poder” que perpetró dañó a tres trabajadores de la arquidiócesis metropolitana.
Asimismo, el comunicado de Lorenzelli expuso que el viaje del sacerdote a España “obedeció a una instrucción directa de la Congregación para los Obispos”, aunque él en todo momento aludió solo a motivos personales y la necesidad de enfrentar un tratamiento para sanarse “espiritual, mental y psicológicamente”.
La Tercera PM planteó las consultas respectivas al Arzobispado de Santiago y ante ellas el vicario para la Educación en Santiago y encargado del departamento de Comunicaciones del Arzobispado, Andrés Moro, sostuvo que como las gestiones en este caso las realizó la Conferencia Episcopal, ellos no tienen antecedentes sobre la activación de los protocolos correspondientes y que no saben si hubo una indagación en contra de Roncagliolo.
¿El viaje del obispo corresponde a una sanción? Moro responde: “Tal como menciona el comunicado del Vicario General, Alberto Lorenzelli, el viaje a España del obispo Roncagliolo obedeció a una instrucción directa de la Congregación para los Obispos. No tenemos más antecedentes”. El vicario insistió, en esa misma línea, en que “formalmente, el Arzobispado no ha recibido hasta la fecha denuncias de connotación sexual en contra del obispo”.
Las dudas se expusieron ante la Nunciatura Apostólica -representantes del Vaticano en Chile- en dos oportunidades, vía correo y de forma presencial en las oficinas ubicadas en la comuna de Providencia, pero hasta ahora no ha existido respuesta.
Presión de laicos y sacerdotes
La situación ha generado molestia entre laicos y sacerdotes que han exigido mayor transparencia sobre el caso. A ello se agrega la desilusión de los mismo denunciantes, debido a que -como compartieron fuentes cercanas de quienes han entregado formalmente sus testimonios- no han existido respuestas.
Un sacerdote diocesano que acompañó a una denunciante a presentar su caso ante representantes de la CECh, comentó a este medio que “cuando ella hizo la denuncia, tuvimos noticia de que ésta se había entregado por mano en cuatro instancias distintas. Pero pese a la insistencia y a la necesidad de tomar medidas, hasta la fecha no se le ha entregado información respecto a una investigación formal en contra del obispo, y menos sobre eventuales sanciones”.
La periodista argentina y experta en temas del Vaticano Inés San Martín expuso en conversación con este medio que el caso deja bastantes enigmas, sobre todo porque la experiencia indica que hay más de una denuncia y no se ha aclarado si hay menores de edad involucrados.
San Martín recordó que este caso se parece al de Gustavo Zanchetta, obispo de la diócesis de Oran, Salta en Argentina quien tuvo acusaciones de connotación sexual en su contra, dejó la diócesis repentinamente y se fue a España a “tratarse” por un problema de salud no declarado en ese entonces. Este año la corte de Oran lo encontró culpable y lo condenó a más de cuatro años de prisión. Tanto a Roncagliolo como Zanchetta los eligió el Papa Francisco en base al conocimiento personal de ambos, que fue anterior a su elección al pontificado.
“Cuando fue elegido como sucesor de Pedro, Jorge Mario Bergoglio, no sin razón, desconfiaba de la Curia Romana. Y aun hoy desconfía de esta máquina que lleva siglos y que, a pesar de los esfuerzos realizados por los últimos tres Papas para reformarla, el engranaje hasta el momento los ha sobrevivido a todos. Y Bergoglio no solo desconfía de la curia, sino que también es ‘antisistema’, que en estos casos se traduce en no confiar en el proceso para elegir a los obispos. Muchas veces, al saltarse el sistema para elegirlos, se ha equivocado, como estos dos casos evidencian”, señala la periodista.
Para el abogado Alejandro Álvarez, vocero de Voces Católicas, esto demuestra que si bien la Congregación para los Obispos habría emprendido acciones, ellos y la Santa Sede están al debe en este caso. “Definitivamente la decisión de que Roncagliolo viaje a España, que según entendemos fue de la Congregación para los Obispos, no nos parece acertada. Pone dudas sobre la transparencia de los procesos. La Santa Sede tiene que dar explicaciones. Ellos son los que tienen la competencia”, dice Álvarez.
El exsacerdote Eugenio de la Fuente conoce de cerca estos procedimientos canónicos. Mientras aún era cura promovió varias denuncias, declaró judicialmente en contra de Fernando Karadima e incluso el Papa Francisco lo invitó hasta el Vaticano junto a otras víctimas del expárroco de El Bosque. “El origen de todo esto está en la entidad vaticana a cargo de todo lo relacionado con los obispos, la Congregación para los Obispos. Ellos reciben las denuncias y comienza un total hermetismo y opacidad. No respetan la legislación de la Iglesia, no respetan los plazos que esa legislación les exige, no respetan la información que se debe dar según un debido proceso a víctimas, acusados, ni a las diócesis a la que pertenecen los obispos acusados. En resumen, no respetan su propio estado de derecho”, dice de la Fuente.
Así, el procedimiento realizado con estas denuncias contra el obispo y derivadas al Vaticano sigue generando dudas. La carta apostólica en forma de motu propio, elaborada por el Papa Francisco y que lleva de título Vos Estis Lux Mundi, regula cómo deben tramitarse estas denuncias. Ese documento dice que la “investigación debe concluirse dentro del plazo de noventa días”. La otra opción, dice el mismo documento canónico, es que “el Dicasterio procederá sin demora y, en cualquier caso, dentro de los treinta días posteriores a la recepción del primer informe por parte del Representante Pontificio o de la solicitud del encargo por parte del Metropolitano, proporcionando las instrucciones oportunas sobre cómo proceder en el caso concreto”.
Además existe la opción de tomar medidas cautelares: “Si los hechos o circunstancias lo requieren, el Metropolitano propone al Dicasterio competente la imposición al investigado de prescripciones o de medidas cautelares apropiadas”. Nada de esto, con lo poco que se sabe hasta el momento, se habría cumplido en el caso de Roncagliolo.