En las denuncias por abuso sexual que han cometido integrantes de congregaciones religiosas, éstas han actuado sin control
por parte de la jerarquía católica. No hay alguien que ponga mano firme
, aseguró la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) en México.
Las víctimas han encontrado en estos grupos protección para los agresores. La única manera para que tomen acciones es por la presión pública, por los medios, por las denuncias cuando se puede hacer algo, pero desgraciadamente a veces es muy tarde debido a que el delito prescribe
, dijo Éric Barragán, vocero de la agrupación.
En el país, además de los Legionarios de Cristo, se han denunciado casos de pederastia en que se señala a los lasallistas, franciscanos y jesuitas, afirmó.
Algunos de los casos que se han hecho públicos son el de Rocío Cázarez Tamayo, quien en 2014, en Zapopan, Jalisco, denunció por abuso sexual al sacerdote franciscano Francisco Narez Fernández; en 2017 en Chihuahua, Ricardo Legarda Vázquez hizo lo propio con el cura jesuita Juan José Esquivias López.
En 2018, en Durango, se dieron a conocer los casos de seis jóvenes que también sufrieron este tipo de agresiones por parte del lasallista Alejandro Gaxiola; en ese mismo año, Jorge Flores Silva denunció al religioso de esa congregación, Francisco Serrano Limón, hermano de Jorge Serrano Limón, de la organización Provida.
Barragán destacó que ante esos casos la jerarquía católica poco ha podido hacer. Hemos solicitado el apoyo del episcopado o de un obispo, pero siempre salen con lo mismo: son congregaciones independientes, no tenemos acceso ni autoridad, no están obligados a hacernos caso
.
En este sentido, el llamado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para que estos grupos religiosos se sumen a su iniciativa de conformar comisiones para prevenir y atender los abusos ha tenido poco eco, pues apenas dos de ellos –los Agustinos Recoletos y los Legionarios de Cristo– han registrado estos procesos. La Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México tiene aproximadamente 200 congregaciones.
Para Barragán, la falta de control y transparencia es lo que ha ocasionado que sigan los abusos y el encubrimiento… no ha habido realmente alguien que ponga la mano firme. La única persona que puede hacer algo así es el Papa
.
Agregó que si bien la mayoría de los casos que han sido públicos fueron perpetrados varios años atrás, no se descarta que esto aún ocurra. Pero todavía es difícil para las víctimas denunciar
.
El director del Centro Interdisciplinario para la Formación y Capacitación e Investigación para la Protección de Menores, Daniel Portillo, señaló que sería injusto decir que no hay prioridad por parte de las congregaciones, pues no todas han caído en omisiones
.
En relación con los Agustinos Recoletos, su vicario provincial en México y Costa Rica, Francisco Javier Acero Pérez, señaló que cuentan con un protocolo para la prevención y atención de abusos que se trabajó desde 2012. Dijo que éste ya ha sido leído en todas sus comunidades, además hay procesos específicos para las escuelas y todos los involucrados han firmado una carta responsiva. Incluso, señaló, se han instalado cámaras de video en salones y sacristías.
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