Todos llegaron jóvenes a la parroquia en El Bosque: Lo que vivieron los ex discípulos de Karadima que ahora serán recibidos por el Papa

SANTIAGO (CHILE)
La Segunda

They all arrived young at the parish in El Bosque: The lived experience of the former disciples of Karadima who will now be received by the Pope

Priests were victims of the “abusive system”: invitation of the Pontiff is a “consolation”

May 23, 2018

Javier Barros B., Eugenio de la Fuente, Sergio Cobo y Alejandro Vial han declarado contra el ex párroco de El Bosque.

Cuatro de los cinco sacerdotes que serán recibidos por el Papa conocieron de cerca de Fernando Karadima, el religioso condenado y recluido por abuso sexual y de poder perpetrado mientras era párroco del Sagrado Corazón de Jesús en Providencia. Javier Barros Bascuñán, Eugenio de la Fuente, Sergio Cobo Montalva y Alejandro Vial Amunátegui encontraron su vocación religiosa mientras eran feligreses en El Bosque. Francisco Astaburuaga, en cambio, jugó un rol clave al apoyar a James Hamilton, una de las víctimas de Karadima, a proseguir con su acusación y lo volvió a conectar con Juan Carlos Cruz para que éste diera su testimonio.

De todos ellos, quizás el que presenció actos de forma más reiterada fue De la Fuente. Actual párroco de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa (Quinta Normal), entre 2001 y 2009 fue vicario de El Bosque y dormía en la pieza contigua a la de Karadima. Más aún, cuando estalló el escándalo en 2010, según aparece en el libro «Los secretos del Imperio de Karadima», de Mónica González, Juan Andrés Guzmán y Gustavo Villarrubia, visitó al empresario Jorge Said a fin de que apoyara económicamente la defensa del acusado sacerdote. Claro que ese mismo año, en agosto, firmó la carta que marcó el quiebre del círculo de Karadima. De la Fuente apoyó ahí a los denunciantes.

Un poco antes de esa carta, en julio, De la Fuente declaró ante el fiscal Xavier Armendáriz – el primer instructor del caso en los tribunales ordinarios – y ahí le contó que “el padre (Karadima) tenía gestos con los jóvenes que íbamos a la parroquia como, por ejemplo, tocar los genitales. Y a veces, al acercarse para dar un beso, como se haría con un padre, él sacaba la lengua y se la pasaba por la mejilla. Y también había un vocabulario ambiguo, como de contenido sexual latente o implícito, como la palabra cueto”.

Google Translation: Javier Barros B., Eugenio de la Fuente, Sergio Cobo and Alejandro Vial have testified against the former parish priest of El Bosque.

Four of the five priests to be received by the Pope met closely Fernando Karadima, the religious convicted and held for sexual abuse and power perpetrated while he was pastor of the Sacred Heart of Jesus in Providence. Javier Barros Bascuñán, Eugenio de la Fuente, Sergio Cobo Montalva and Alejandro Vial Amunátegui found their religious vocation while they were parishioners in El Bosque. Francisco Astaburuaga, on the other hand, played a key role in supporting James Hamilton, one of the victims of Karadima, to continue with his accusation and reconnected him with Juan Carlos Cruz so that he could give his testimony.

Of all of them, perhaps the one who witnessed acts more consistently was De la Fuente. Current parish priest of Our Lady of the Miraculous Medal (Quinta Normal), between 2001 and 2009 he was vicar of El Bosque and slept in the room next to Karadima’s. Moreover, when the scandal erupted in 2010, according to the book “The Secrets of the Empire of Karadima” by Mónica González, Juan Andrés Guzmán and Gustavo Villarrubia, he visited the businessman Jorge Said so that he would financially support the defense of the accused priest. Of course, that same year, in August, he signed the letter that marked the break of the Karadima circle. De la Fuente supported the complainants there.

A little before that letter, in July, De la Fuente declared before the prosecutor Xavier Armendáriz – the first instructor of the case in the ordinary courts – and there he told him that “the father (Karadima) had gestures with the young people who were going to the parish, for example, touching the genitals, and sometimes, when approaching to give a kiss, as would be done with a father, he would stick out his tongue and rub it across his cheek, and there was also an ambiguous vocabulary, latent or implicit sex, like the word cueto “.

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