PIEDRAS NEGRAS.- Juan Manuel Riojas, “El padre Meño”, sacerdote acusado por dos ex seminaristas de ataque sexual y denunciado también por la Diócesis de Piedras Negras, fue ordenado sacerdote el 23 de marzo de 1998 en una ceremonia que se realizó en el antiguo kiosco de la plaza frente al Santuario de Guadalupe en esta frontera. Y desde hace siete años fue nombrado como rector del Seminario Diocesano de Piedras Negras.
Los denunciantes, Javier Calzada Tamez e Ignacio Martínez Pacheco, el primero de ellos, interpuso su denuncia el 24 de marzo y el segundo el diecinueve de abril de este año.
La Delegación Norte Uno de la PGJE recibió en abril, la segunda denuncia por abuso sexual por el exseminarista Ignacio Martínez Pacheco contra el sacerdote Juan Manuel Riojas Martínez, el “padre Meño”, quien mencionó que también había sido víctima del sacerdote cuando estudiaba en el Seminario de Piedras Negras, hace 14 años.
La primera denuncia fue presentada el 24 de marzo del presente año, por el estudiante del Seminario, Javier Calzada Tamez, y la segunda por el exseminarista Ignacio Martínez, quien acudió a la PGJE el 19 de abril.
Javier Calzada Tamez, estudiaba en la Arquidiócesis de Monterrey, fue objeto de los abusos cuando tenía 16 años y era interno del Seminario de Piedras Negras.
También las víctimas denunciaron al obispo Alonso Gerardo Garza Treviño por el delito de encubrimiento, denuncias penales que fueron interpuestas en contra del obispo por parte de las dos víctimas del sacerdote Juan Manuel Riojas Martínez.
Javier Calzada envió una carta al nuncio apostólico en México, Franco Cóppola denunciando la forma en que el obispo Alonso Garza había manejado su caso; uno bastante serio al tratarse de la violación a un menor de edad, caso del que el obispo estuvo al tanto desde el mes de diciembre del año pasado y el cual encubrió hasta marzo del 2017.
La Diocésis denuncia
La Diócesis de Piedras Negras presentó ante la delegación Norte uno de la Procuraduría de Justicia del Estado una denuncia en contra de Juan Manuel Riojas, rector del Seminario, por el probable delito de atentados al pudor y los que resulten.
Juan Armando Renovato, vocero del obispado, de igual forma en el mes de marzo, informó que se presentó un escrito ante la agencia del Ministerio Público, luego de reportarse por parte de uno de los alumnos el mal comportamiento de un sacerdote del seminario.
“Hemos detectado un mal comportamiento que se pudo haber suscitado en las instalaciones del seminario de esta ciudad, de acuerdo a lo dicho por un alumno del Seminario”, afirma un comunicado enviado por este sacerdote.
“Se nos informa de un mal comportamiento de uno de los sacerdotes que consideramos debe ser investigado, para que a través del actuar del Ministerio Público se llegue a la verdad de las cosas y que de ser un hecho constitutivo de algún delito se vincule un proceso o en su defecto se proceda conforme a derecho”, concluye el documento firmado por el obispo Alonso Garza Treviño.
“La procuraduría solo recibió el escrito y luego tiene que haber una ratificación de la denuncia. Se va a ratificar la denuncia en cinco o seis días más”, concluyó.
Víctimas interponen demandas
Luego de enterarse hace menos de una semana de los abusos de que fue víctima su hijo, los padres del seminarista acudieron a la delegación Norte Uno de la Procuraduría de Justicia para presentar la denuncia.
El Ministerio Público tomó una declaración al afectado, quien afirmó que los abusos comenzaron en marzo del 2014 y que sucedieron al menos en cuatro ocasiones, la última de ellas a mediados del año 2016.
Además, aseguró que ya estaba enterado de la situación el obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alonso Garza, quien pidió no comentar el tema, pero luego durante su estadía en terapia en el Seminario de Monterrey, a donde fue cambiado, allá le recomendaron presentar la denuncia por los abusos.
En el mes de abril, el sacerdote Juan Manuel Riojas, solicitó un amparo ante el Juzgado Tercero de Distrito con el fin de impedir su arresto. Riojas contrató en ese entonces a la abogada Lidia María Lara ya que podría ser detenido por “caso urgente” a solicitud de la Procuraduría de Justicia del Estado.
El sacerdote fue separado de sus funciones, pero no suspendido, salió de la ciudad y estuvo desaparecido durante casi cinco meses y fue hasta el día 18 de marzo cuando se entregó a las autoridades.
De tal forma que agentes de la Policía Investigadora acudieron en el seminario ubicado en el bulevar López Portillo para iniciar las primeras diligencias, y dialogaron con el personal de esa institución.
Así iniciaron los abusos sexuales
Calzada Tamez, denuncia ante el Ministerio Público que en un aniversario de ordenación del padre Meño, al terminar los festejos y bajo los influjos del alcohol, el sacerdote, su guía, su ídolo, lo atacó sexualmente en su habitación.
Fue el primero de cuatro ataques que sufrió por parte del ex rector del Seminario, causándole dolor físico y emocional, sin embargo, la última agresión fue la que marcó su vida.
Se supo que Calzada busco a un sacerdote de su confianza para contar su historia de dolor y recurrió al consejero espiritual, el padre Jesús Compeán.
Como parte de su instrucción sacerdotal, fue enviado al Seminario de Monterrey, Nuevo León, donde se detectó su sufrimiento y a través de sesiones psicológicas y psiquiátricas, logró relatar su pesar.
Con el apoyo de la Arquidiócesis Monterrey, Calzada pidió un castigo eclesiástico contra el padre Meño, como lo marcan las leyes de la Iglesia Católica.
Sin embargo y al enterarse de la situación, el obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alonso Gerardo Garza Treviño, viajó en diciembre pasado hasta Monterrey y se entrevistó con él, no en el seminario, sino en la privacidad de una pequeña parroquia.
Ahí, Garza Treviño se comprometió a dar una solución al tema, pidiéndole que confiara en sus acciones, pero solicitándole que no les dijera a sus padres, o al menos no toda la verdad, con el fin de darle tiempo para emprender sus sanciones.
Transcurrieron los días y no se resolvía nada, o al menos así daba la impresión de no haber intención del obispo de solucionar el tema.
Denuncia Calzada que el obispo Garza Treviño le hizo llegar una carta redactada en primera persona, en cuyo texto el seminarista desligaba al propio obispo Alonso de cualquier tipo responsabilidad, para que la firmara y se la regresara.
Posteriormente, el 18 de febrero, Garza Treviño anunció la salida del padre Juan Manuel Riojas de la rectoría del Seminario, pero no fue sancionado y fue nombrado vicario del Santuario de Guadalupe.
Nuevamente en el mes de marzo con valor les confesó a sus padres, quienes apoyaron a su hijo y decidieron presentar denuncia penal en contra de Juan Manuel Riojas.
La denuncia salió precisamente dos días después del XIX aniversario de ordenación sacerdotal del propio padre Meño, el 23 de marzo, y en el marco del XIV aniversario de haberse erigido como tal la Diócesis de Piedras Negras.
El vocero de la Diócesis y rector de la Catedral Mártires de Cristo Rey, padre Juan Armando Renovato, confirmó la denuncia.
Aseguró que la Iglesia católica busca la resolución que den las autoridades de justicia si hay o no culpabilidad del sacerdote, a pesar de la tolerancia cero en este tipo de penosos casos que decretó el propio papa Francisco, el 28 de diciembre pasado.
Ordenan su captura
Para el siete de abril, la Policía Investigadora de la Delegación Norte 1 de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Coahuila inició la búsqueda del sacerdote Juan Manuel Riojas Martínez, luego que la juez penal otorgó una orden de aprehensión en contra del ex rector del Seminario de la Diócesis de Piedras Negras, acusado de abuso sexual.
Luego en el mes de julio, se giró una orden de búsqueda a través de INTERPOL, sobre todo en la ciudad de San Antonio, Texas, pero no fue localizado.
Por su parte el obispo Alonso Garza Treviño, le envió un mensaje para que se entregara, pero no hizo caso al llamado.
Pasaron los meses, y hasta el dieciocho de agosto, apareció emitiendo un comunicado donde dijo que no huía, sino que preparaba su defensa para declarar su inocencia.
Ahora será hasta el próximo miércoles 23 de agosto a las 9 de la mañana, cuando se realice la próxima audiencia donde rinda su declaración el ex rector del Seminario de Piedras Negras, Juan Manuel Riojas Martínez, acusado de abuso sexual en contra de dos ex seminaristas.
Después de entregarse voluntariamente a las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado, el sacerdote, también conocido como “Padre Meño”, se negó a declarar y sus abogados solicitaron la duplicidad del término constitucional para su próxima audiencia, que se realizará el próximo miércoles.
A pesar de que debería rendir su declaración inicial, el “padre Meño”, permaneció por espacio de dos horas ante el Ministerio Público, pero sin declaración alguna por los delitos de violación en contra de dos jóvenes.
Ayer viernes por la tarde, después de declarársele prisión preventiva, fue ingresado al Centro de Readaptación Social de Piedras Negras, donde permanece protegido para evitar abusos de reclusos.
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