MEXICO CITY (MEXICO)
Reforma [Mexico City, Mexico]
March 17, 2005
By Luis Brito
[Via vLex]
Luego de vivir tres meses en el cuarto de servicio de la iglesia de Jesucristo Obrero, en Tlalpan, donde fue violado, obligado a consumir droga y fotografiado desnudo, un joven de 16 años denunció por corrupción de menores al párroco Rolando Blasi Villatoro.
El menor de edad fue violado al menos tres veces por Julio Porres Vega, cabeza de una presunta red de pornografía y prostitución infantil que operaba en el cuarto de servicio del templo, por lo que también lo denunció ante el Ministerio Público por esos delitos.
La madrugada del 27 de noviembre del 2004, Porres Vega, Vladimir Erick Sevilla González y Jonathan Michel Barreda González, contactaron al joven y a un amigo en las inmediaciones del Metro Sevilla, en la Zona Rosa, donde se prostituían.
Después de llevarlos a un hotel en Pino Suárez, Porres les ofreció vivir en “La Casita” de la iglesia. Los adolescentes, homosexuales, aceptaron y se mudaron al día siguiente.
En entrevista, el menor recordó que fue obligado por Porres a consumir cocaína, tener relaciones sexuales amarrado de las manos al techo, y realizar felaciones por dinero.
“Se drogaba, consumía cocaína, y nos obligaba a consumirlas, cuando se drogaba nos violaba, era un tipo psicópata, nos amarraba y nos pegaba con un cable”, recordó el menor.
Explicó que Porres había accedido al cuarto de servicio, conocido como “La Casita”, entregando apoyos económicos al padre Blasi, con los que se construiría una nueva capilla en una parte del terreno de la iglesia.
Sevilla, quien manejaba un taxi, fue asesinado por Barreda y otro cómplice por orden de Porres, era socio de Porres desde hace varios años.
“No sé a qué se dedicaba, decía que era ingeniero, siempre traía 5, 7 mil pesos; en una ocasión compró mil pesos de pura droga, 10 dosis de cocaína”, relató.
Porres propuso al menor llevarlo con conocidos en Guadalajara, Tepic y Acapulco para que se prostituyera, sin embargo se negó por el temor a sufrir alguna agresión.
El sujeto, actualmente preso en el Reclusorio Sur por el homicidio de Sevilla, también le expuso que grabaría un video en el que los dos menores tuvieran relaciones sexuales con el fin de comercializarlo y dividir a la mitad las ganancias.
Aunque aparentemente el padre Blasi era ajeno y desconocía la supuesta red pedófila, descubierta el 9 de marzo tras ser reportado el homicidio, no estuvo exento de acariciar las piernas y abdomen del adolescente.