HERMOSILLO (MEXICO)
Reforma [Mexico City, Mexico]
September 13, 2002
By Iván Frutos
[Via vLex]
CULIACAN / Sinaloa
Felipe Valenzuela Cervantes, el sacerdote arrestado el domingo bajo cargos de atentados al pudor contra tres menores de edad que ratificaron la denuncia, fue exonerado de culpa por el Juzgado Segundo de lo Penal de Los Mochis, Sinaloa.
Esta determinación provocó la inmediata inconformidad de la Procuraduría Estatal de Justicia, institución que inmediatamente apeló ante la siguiente instancia judicial.
“Simplemente no encontré elementos suficientes para dictar auto de formal prisión al señor sacerdote que se encontraba en calidad de indiciado”, expuso Jesús Enrique Orozco Chávez, juez del caso.
“Las pruebas presentadas por el Ministerio Público no fueron suficientes para acreditar la responsabilidad penal del indiciado, por lo que lo único que procedía era dictar el auto de libertad, o sea la exoneración de cargos en lo que se refiere a esta primera instancia”.
En octubre del 2001, cinco internos de la Casa Hogar Santa Eduviges, en Los Mochis, Sinaloa, demandaron por lesiones y atentados al pudor a Felipe Valenzuela Cervantes, entonces colaborador de dicha institución.
El caso fue revelado a la opinión pública hasta el 4 de julio del 2002 por Jaime Cinco Soto, presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, quien criticó que haya sido archivado sin mayor investigación y exigió su reapertura.
La fiscalía estatal acató la recomendación, por lo que el 28 de agosto se consignó el expediente al Juzgado de Los Mochis, éste libra orden de aprehensión el 6 de septiembre del 2002, misma que fue cumplimentada el sábado pasado.
Melchor Cota Peñuelas, subprocurador estatal de Justicia, advirtió que ayer mismo impugnaron ante el Supremo Tribunal de Justicia la decisión del juzgador.
“Insistiremos en el ejercicio de la acción penal, habremos de esperar al recurso de apelación y esperemos que el Supremo Tribunal de Justicia revoque la decisión del juez de primera instancia”, dijo.
Exigen ahorradores su dinero
A casi dos años de que fueron defraudados por el sacerdote Gregorio Bautista Hernández, mil 500 personas, principalmente indígenas, de la Huasteca hidalguense exigieron que les sea regresado en su totalidad el dinero que habían depositado en la caja de ahorro “Regrece”.
Nicandro Rodríguez, a nombre de las personas defraudadas, destacó que la detención y sentencia del “Padre Goyo” no ha servido finalmente de nada, ya que el dinero se quedó en la nada y los afectados siguen en las mismas condiciones.
El Padre Gregorio Bautista Hernández ha insistido una y otra vez que actuó de buena fe, pero lo que sucedió fue que a los primeros ahorradores sí les pudo entregar su dinero junto con altos intereses, además de hacer préstamos a bajas tasas de interés que finalmente, al no ser liquidados, generaron una incapacidad de pago, de tal modo que rechazó haber robado un solo peso.
Con información de Javier Peralta