En 1992, un seminarista de 18 años de edad, Rubén Descalzo, le divulgó a un párroco de Santa Fe, el cura José Guntern, que Storni lo había violado. Guntern envió a Storni una carta en la que exigía que tomara conciencia de la gravedad de sus acciones.
La carta de Guntern llegó al arzobispo coadjutor de Mendoza, Mons. José María Arancibia, quien se entrevistó con Guntern. En 1994, Arancibia inició una investigación sobre las acciones de Storni por encargo del Vaticano. La investigación duró unos siete meses.
Aunque el periódico de la localidad, Rosario/12, informó a finales de 1994 de la existencia de la investigación de Arancibia, nunca se supo cuál fue la conclusión que sacó la Iglesia al respecto. Los medios de comunicación acabaron por perder el interés y Storni permaneció en su cargo de arzobispo.
En agosto de 2002, la periodista Olga Wornat publicó su libro Nuestra Santa Madre, que contenía pruebas y testimonios detallados sobre los abusos cometidos por Storni. El libro también hablaba sobre el intento de Guntern de intervenir en este asunto y la investigación interna que el Vaticano le había encargado a Arancibia.
Según Wornat, algunas de las víctimas tenían tan solo 15 o 16 años de edad. El libro desató una reacción casi instantánea: según consta, cinco religiosos que estaban aliados con Storni –entre ellos un vicario del arzobispado– presionaron indebidamente a Guntern (quien en ese entonces seguía siendo cura de la localidad) para que firmara con su puño y letra un acta ante un notario y se retractara de lo que había afirmado en la carta de 1992.
Guntern accedió a firmar, pero acto seguido denunció a los cinco religiosos a la policía. El hecho recibió la atención de los periódicos, y los feligreses se juntaron para expresar su apoyo a favor de Guntern.
Las autoridades civiles iniciaron en septiembre de 2002 una investigación en contra de Storni, quien entregó su renuncia al Vaticano. Al año siguiente fue procesado por “abuso sexual agravado”. Fue condenado en diciembre de 2009.
Dos otras denuncias en su contra fueron rechazadas porque el plazo de prescripción ya había vencido. Comenzó a cumplir su condena bajo arresto domiciliario, aparentemente por su edad avanzada y su mala salud. El fallo fue anulado en 2011 pese a que existía desacuerdo en el juzgado. Storni se pasó lo que le quedaba de vida en una residencia adquirida por la Iglesia, que le otorgaba pagos mensuales en forma de pensión.
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• “Arancibia pidió perdón a los seminaristas abusados”, por Roxana Badaloni, Los Andes, 8.18.2002
• Storni, un obispo al borde del desempleo, por Pablo Feldman y Desde Rosario, Página/12, 9.08.2002
• Sex Abuse Allegations Rock Bastion of Catholicism, by Leslie Moore, Globe Correspondent, 9.15.2002
• La Justicia abre una investigación contra el arzobispo Storni, por José Enrique Bordón, La Nación, 8.28.2002
• Dicen que el ex arzobispo de Santa Fe está en el país, por Julio Algañaraz, Clarín, 10.04.2002
• Fue condenado otro cura por abuso sexual, Página/12, 12.30.2009
• Ex-Archbishop Sentenced in Argentina over Sex Abuse, BBC, 12.30.2009
• “Actuaba con total impunidad”, por Pedro Lipcovich, Página/12, 12.31.2009
• Muri? el ex arzobispo de Santa Fe, Edgardo Storni, quien en 2009 fue condenado por abuso sexual, Télam (Argentine National News Agency), 2.20.2012
• Olga Wornat: la periodista que conoce el lado íntimo del Papa Francisco, por Mandy Fridmann, Huffington Post, 3.14.2013
• Nuestra Santa Madre por Olga Wornat, Capítulo 9 |