La Santa Sede Quito el Estado Clerical a un Sacerdote de San Isidro Acusado de Abusos

La Santa Sede decretó la dimisión y privación del ejercicio del ministerio sacerdotal a Cristian Gramlich, quien había sido denunciado en 2012 ante las autoridades eclesiásticas por abusos sexuales contra niños y adolescentes perpetrados en la diócesis de San Isidro, informó hoy ese obispado del norte del conurbano bonaerense.

Gazeta Norte
3 Diciembre, 2016

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La curia sanisidrense recordó que en marzo de 2012, tras recibir información referidas a “comportamientos graves e indebidos” de Gramlich, el obispo Oscar Ojea se puso a disposición de los denunciantes y abrió el proceso canónico que ahora concluye con esta condena eclesiástica.
“La Santa Sede ha decretado la dimisión (pérdida del estado clerical) del presbítero Cristian Gramlich, quedando privado de todo ejercicio del ministerio sacerdotal”, subrayó en el comunicado.

Monseñor Ojea, su obispo auxiliar Martín Fassi y los sacerdotes de la diócesis pidieron perdón a “quienes han sido afectados por estas conductas” y renovaron la oración “por los involucrados y heridos en esta situación”.
Asimismo, hicieron propio el deseo del papa Francisco en el que expresa: “Cuidémonos los unos a los otros, cuídense entre ustedes”.
“Estas situaciones y las heridas que conllevan nos conmueven profundamente. Por eso renovamos el deseo de asumir la verdad, pedir perdón y reparar, ya que estos actos son contrarios a la Palabra de Dios y a la misión evangelizadora de la Iglesia”, sostuvieron.
“Compartimos el dolor de las personas afectadas, y expresamos nuestro deseo de promover una cultura del cuidado de los niños y de los jóvenes”, concluyeron.
Gramlich está acusado por casos de abuso sexual a niños y adolescentes perpetrados en los colegios Marín y Juan XXIII, de la diócesis de San Isidro, que datan desde 1990.
La investigación eclesial empezó, sin embargo, a principios de 2012, cuando Ojea apartó del cargo a Gramlich En 2013, Ojea dispuso otras medidas cautelares tras contar con testimonios de las víctimas y otros elementos de prueba que incriminaban al sacerdote.
Gramlich continuó con el ejercicio ministerial aunque en forma acotada y en 2014 trabajaba en la parroquia Espíritu Santo, de la diócesis de San Martín.
Ese mismo año, los abogados de Gramlich apelaron la decisión de monseñor Ojea y también un primer dictamen de la Santa Sede.
A diferencia del caso del sacerdote José Mercau, quien fue denunciado ante la justicia penal y condenado en un juicio abreviado a 14 años de prisión, tras haber admitió su culpabilidad, las víctimas de Gramlich optaron sólo por el proceso eclesiástico.