El sacerdote tiene quien lo defienda
Una congregación eclesiástica negó desde Roma que la denuncia radicada contra el cura Luis Brizzio por ataques sexuales a jóvenes corresponda a un caso de abuso de menores. Los arzobispados de Santa Fe y Rosario convalidan el veredicto.
Por Lorena Panzerini
Pagina 12
24 de agosto de 2015
Seis meses después de la denuncia por abuso sexual presentada contra el cura de la Basílica de Esperanza, Luis Brizzio, por hechos cometidos hace 20 años, la víctima recibió una respuesta negativa de la Congregación de la Doctrina de la Fe, de Roma. Según expresa el comunicado con el que fue notificado el denunciante, "una vez analizadas las actas de la investigación previa, concluye que al producirse el hecho el denunciante era mayor de edad; por lo tanto, no se trata de un abuso de menores", es todo lo que expresa el escrito firmado por el vicario general del Arzobispado de Santa Fe, Javier González Grenón; el integrante de la comisión judicial del Arzobispado rosarino, Gabriel Monte; y la notaria, Guadalupe Ramírez Micheletti.
El abogado de la víctima negó tal afirmación, ya que el denunciante "tenía 16 años" al momento del hecho, en la ciudad de Gálvez, cuando Brizzio coordinaba el grupo de jóvenes de la iglesia local. "Esto transgrede los más elementales principios y garantías de defensa en juicio reconocidos en la Constitución Nacional y tratados internacionales de derechos humanos; menos en la iglesia, cuyas normas van a contramano", se quejó Carlos Lombardi, abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico en Argentina. Y advirtió: "Ahora, más que nunca, evaluamos las acciones legales a seguir contra todos estos nefastos personajes clericales por el daño que le han propiciado al denunciante".
Aún sorprendido por el tenor de la respuesta que llegó desde Roma, tres meses después del envío del expediente con la investigación previa a la que la víctima no tuvo acceso, Lombardi señaló que "es una comunicación, no una notificación: el cura González Greñón se limitó a informar qué dice la resolución de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), ex Inquisición; pero no transcribe resolución ni decreto alguno, tampoco adjunta copia de la foja del expediente donde consta la resolución. Es una burla que deja ver el estado actual de los procedimientos canónicos en la materia".
Sin embargo, el letrado consideró que esa cuestión "no es lo más grave". Sino que "lo peor es el abuso de poder y la descomunal denegación de justicia ya que se le informa que la CDF llegó a la conclusión que 'no se trata de un caso de abuso de menores según lo determinan las Nuevas Normas reservadas a la Congregación para la Doctrina de le Fe'. ¿Cómo llegaron a esa conclusión? No se sabe, porque el denunciante no tiene participación procesal; tampoco puede ver el expediente, ni saber si alguien miente, o hay pruebas falsas; no puede nombrar abogado que los patrocine y controle el procedimiento", se quejó.
Para el abogado, a la víctima "se le notificó algo cocinado a miles de kilómetros de distancia, sin que se haya podido defenderse, y con una conclusión tremendamente falsa", aseguró.
Al mismo tiempo, Lombardi habló de un "grosero error de valoración de los hechos ya que dicen que la víctima no era menor al momento de los hechos. Eso es falso: al momento del último de los abusos sexuales tenía 16 años", expresó el abogado, con énfasis e indignación. "Evidentemente hay una tomada de pelo, disfrazada de respuesta", esbozó.
Y fue más allá. "Ni siquiera cumplen las propias líneas-guía que la CEA presentó hace diez días, ya que hay seis posibles respuestas a denuncias de este tipo: la inexistencia de mérito suficiente para iniciar un proceso canónico; requerir información complementaria, por estimar que lo enviado es insuficiente para tomar una decisión; decretar la iniciación de un proceso en la sede de la misma CDF; ordenar proceder localmente mediante un proceso administrativo-penal; ordenar el inicio de un proceso judicial en sede local; y decretar que se presentará al Santo Padre el pedido de dimisión del estado clerical o deposición, junto con la dispensa de la ley de celibato. Sin embargo, nada de ello se ha dispuesto en el caso", lamentó.
"Se le dice que él era mayor de edad, lo cual es mentira, y no se le dice cómo seguirá la causa, si la archivan, o qué pasará. Esto es de absoluta indefensión, autoritarismo y abuso de poder. Una nueva revictimización".
Párrafo aparte le dedicó al cura Brizzio, que había sido separado de la Basílica de Esperanza cuando se conoció la denuncia. "No sabemos si lo volvieron a trasladar del monasterio donde estaba cumpliendo la medida cautelar, si ya se la levantaron, dónde lo tienen escondido, si sigue en contacto con menores, o existe riesgo que lo tenga, entre otras preguntas que nos hacemos", sostuvo el letrado.
En febrero pasado, este diario publicó el testimonio de la víctima, quien brindó una entrevista bajo identidad reservada, y relató que sufrió tres episodios de abuso, durante su participación en los grupos de acción católica de jóvenes, dirigidos por el cura Brizzio, en la ciudad de Gálvez. En ese entonces, el denunciante tenía entre 16 y 17 años, según recuerda. Si bien su padre le comunicó la situación al entonces arzobispo Edgardo Storni, sólo se logró un traslado de Brizzio, en aquel momento.
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