La investigación, que se encuentra en la etapa "desformalizada", está en manos del fiscal regional Xavier Armendáriz, quien además lleva adelante la indagatoria contra el cura Fernando Karadima, también vinculado a abusos sexuales.
La denuncia en contra de Soiza-Piñeyro fue efectuada por un sicólogo de 41 años, de iniciales G.A.D., quien conoció al cura mientras éste ejercía el cargo de pro-vicario de la zona oriente de Santiago entre 1982 y 1987. Pese a que este caso estaría prescrito, debido al tiempo transcurrido, el denunciante estaría en conocimiento de otros casos que no lo estarían.
En 1987, Alfredo Soiza fue el mediador en el secuestro del coronel Carlos Carreño por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, quien finalmente fue liberado en Sao Paulo, tras 92 días de cautiverio.
Además el sacerdote fue también el vínculo entre el presidente de la UDI, Pablo Longueira, y el actual Arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz para generar una reunión con el sacerdote José Luis Artiagoitía, conocido como el cura "Jolo" y Gemita Bueno, la testigo clave del caso Spiniak, que posteriormente involucró en la red de pedofilia a Jovino Novoa.
Finalmente, tanto Artiagoitía como Bueno fueron condenados por falso testimonio.
Alfredo Soiza-Piñeyro también se desempeño como director del Departamento de Ecumenismo del Arzobispado de Santiago y actualmente forma parte de la parroquia San Ramón de Providencia.