Abusos en la Iglesia: Cox desestima denuncias en su contra y asegura que "no son problema suyo"

By Guido Focacci And Nicole Martínez
BioBioChile
October 08, 2018

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Diario El Día, medio asociado

Francisco Castillo

[Abuses in the Church: Cox dismisses complaints against him, says "they are not his problem"]

Sentado, se le vio tranquilo y eludió hasta el final el tema. En conversación con TVN, el sacerdote Francisco Cox, quien vive en Alemania, catalogó como un “enredo enorme” las denuncias de abuso sexual en su contra en Chile, donde tiene cuatro acusaciones y al menos dos están siendo investigadas por el Ministerio Público.

Tiene una denuncia también ahí, en Alemania, pero para él estos casos “no son problema suyo”.

Uno de sus denunciantes, Hernán Godoy, manifestó pena y rabia por el silencio y la tranquilidad con que enfrenta estas acusaciones Cox. Además, acusó soberbia de su parte y por eso es que insiste al Papa que lo expulse del sacerdocio como ya lo hizo con Cristián Precht y Fernando Karadima.

“Una tristeza en el alma, una tristeza en el corazón, una rabia, una impotencia. Sólamente pedirle al Papa que lo destituya de todo cargo, que le borre toda esa soberbia”, pidió.

“Impotencia por estar dando esta lucha y ver a un viejo desgraciado. Cómo no se va a acordar de todo lo que hizo, a lo mejor con tanta víctima ya se le olvidó quién, pero se que se va a hacer justicia, yo quiero a Cox acá, que pague”, agregó.

Sobre el perdón que ofreció Shoensttat, el denunciante reconoce que no sirve de nada, y que le llama la atención que la iglesia piense que con ofrecer perdón soluciona las cosas o ayuda a las víctimas.

Según fuentes de Radio Bío Bío, la defensa del sacerdote Raúl Hasbún solicitó que se aplazara la declaración como imputado por eventual encubrimiento que daría este miércoles, diligencia que quedaría para la próxima semana.

A Hasbún se le apunta como encubridor de los abusos sexuales del sacerdote Jorge Laplagne. Javier Molina, denunciante de Laplagne, dijo que no le extraña esta petición y sostuvo que Hasbún siempre ha intentado aplazar procesos. Cuestionó lo que consideró una predilección por defender a curas acusados de abuso sexual.

“Yo no se hasta que punto Raúl Hasbún es confiable. Si tú tienes una predilección por defender abusadores, algo pasa ahí. Aún cuando los correos que se han filtrado determinan que existiría un adolescente a quien Laplagne le habría pedido que se acostaran, y él , impávido, cierra la causa por que no hay causa verosímil”, sostuvo.

Además, en las próximas horas la defensa del expulsado sacerdote Christian Precht pedirá que su causa quede radicada en la fiscalía Metropolitana Sur, con el fiscal Raúl Guzmán que tiene a cargo el caso Maristas, y no en Rancagua como definió la Fiscalía.

Paralelamente, en el Vaticano nuevamente se agitaron las cosas. Esta vez por una carta publicada por el líder de la Congregación de los Obispos, el canadiense Marc Ouellet, en la que salió a defender al Papa y a negar las polémicas acusaciones de Carlo Maria Viganó, quien apuntó al Papa de encubrir los abusos imputados a Theodore McCarrick.

En este extenso documento, Ouellet, quien ostenta poder importante en el Vaticano, catalogó de increíbles e improbables las acusaciones de Viganó y consideró que no son más que una maniobra política vacía sin justificación real.

“¿Cómo puedes celebrar la Santa Eucaristía y pronunciar su nombre (el del Papa) en el canon de la Misa? ¿Cómo puedes rezar el Santo Rosario, a San Miguel Arcángel y a la Madre de Dios, condenando a quien Ella protege y acompaña todos los días en su pesado y valiente ministerio?”, dice la carta.

Marcial Sánchez, experto en la historia de la iglesia católica, dijo que esto da cuenta de la pugna de poder que atraviesa el Vaticano. Consideró que esta carta viene a equilibrar la sensación de dudas que dejó la carta de Viaganó en torno al papa Francisco.

El sábado el Vaticano anunció que revisará a fondo los antecedentes que existan sobre el caso McCarrick que afectó la imagen del Papa en estos casos. Recordar además que en febrero el Pontífice se reunirá con las conferencias episcopales de todo el mundo, donde el tema central serán los abusos sexuales.