Director Fundación Vicaría de la Solidaridad y el caso Precht: “El Evangelio no ocultó a Judas”

By Héctor Basoalto
La Tercera
September 24, 2018

https://bit.ly/2zroYS0

[Vicaría de la Solidaridad Foundation director on Precht: "The Gospel did not hide Judas"]

“Si en el Evangelio no se oculta a Judas, que entregó a Jesús, en la historia tampoco tenemos que esconder a los personajes que han cometido cosas graves”. Con esa comparación, el sacerdote Francisco Javier Manterola, uno de los directores de la Fundación Vicaría de la Solidaridad, se refiere a uno de los mayores emblemas de esa entidad que defendió los DD.HH.: el sacerdote Cristián Precht.

En la Vicaría se viven momentos de definiciones complejas. Hace nueve días, Precht fue sancionado con el mayor castigo que puede recibir un sacerdote católico: la dimisión perpetua del estado clerical, según lo determinó la Congregación para la Doctrina de la Fe, a instancias del propio Papa Francisco.

Si bien en la organización aún no se analiza formalmente el tema de cómo convivirá la Vicaría y su legado, estrechamente ligado al Arzobispado de Santiago, con el del presbítero expulsado del sacerdocio, algunos miembros dieron luces y casi todas apuntan a mantener la imagen y nombre del ex religioso en los anales de la organización.

Manterola, aunque condena los delitos que han salido a la luz en los últimos años, señaló que “las cosas que son históricas hay que mantenerlas en la historia”.

Luis Salinas también es parte del directorio de la Fundación Vicaría de la Solidaridad. Conoció a Precht cuando este fue puesto a la cabeza de la Vicaría, en enero de 1976, y trabajaron juntos hasta comienzos de los años 80. ”Todo ese tiempo es parte de la historia. O sea, al hablar sobre la Vicaría, siempre va a aparecer el nombre de Cristián. No porque él deje de ser cura y pase al estado laical, por decirlo así, va a dejar de ser el primer vicario de la Vicaría”, señala Salinas.

Otro miembro del directorio prefirió no referirse al tema hasta que sea discutido con los demás miembros de la instancia.

Al día de hoy, todo lo que alguna vez fue parte de la emblemática Vicaría de la Solidaridad está resguardado en un par de oficinas en la Parroquia Natividad del Señor, ubicada en Avenida Ossa. En ese lugar opera la fundación que rescata la documentación y la historia de la organización que veló por los derechos humanos durante el régimen militar.

Si bien en ese par de oficinas no tienen espacio para imágenes de los miembros simbólicos, en la página web de la fundación se cuenta la historia de la Vicaría. Y uno de los principales personajes del sitio es el exsacerdote Cristián Precht.

Durante los años 70 y 80 Precht fue uno de los principales actores en la lucha por los derechos humanos. En ese entonces era cercano al cardenal Raúl Silva Henríquez, el fundador de la vicaría, quien lo puso a cargo de la institución. Así, Precht fue el primer vicario de la Vicaría de la Solidaridad, entre 1976 y 1979.

Según adelantaron los dos miembros del directorio consultados por La Tercera PM, la imagen de Precht difícilmente será removida tanto de forma digital como de cualquier formato físico del legado que mantiene la fundación.

En 2010 cayó la primera denuncia contra el entonces religioso, cuando la familia de Patricio Vela, quien se suicidó en 1991, presentó una querella por supuestos abusos contra Precht. Desde ese momento la imagen del religioso comenzó a complicarse. En 2012 recibió una condena canónica que lo mantuvo cinco años con prohibición de ejercer el ministerio sacerdotal, hasta diciembre del año pasado. Sumado a lo anterior, tras nuevas acusaciones que surgieron a comienzos de año, Precht recibió ahora la expulsión del estado clerical.

Agrupaciones que trabajaron codo a codo con la Vicaría, y en algunos casos con Precht en persona, están convencidos de que, si bien el ex vicario contribuyó a salvar vidas y a acoger familias en tiempos de represión, ese legado quedará opacado por los antecedentes de abusos que se han dado a conocer en los últimos años.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, señala que “yo no creo que las personas tengan luces y sombras cuando se trata de cosas así. Si su acusación es por abusos de menores, no tiene perdón (…) el legado se mide con una conducta coherente”.

Palabras similares tiene Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos. Ella cree que estos eventuales crímenes, al ser cometidos por un sacerdote, son aún más graves: “Nosotros llegábamos a la Vicaría con total confianza a resguardar a las víctimas que estaban arrancando. Y una persona con sus características no mostraba maldad”.

La diputada y miembro de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara, Carmen Hertz, señaló que “se valora su función que desempeñó como vicario, pero condeno categóricamente los abusos. Hubo gente valiente, que tenía mucho que perder, y que realizó estas denuncias de abusos, por lo que creo que se merecen todo el respaldo del mundo”.