En el marco de la investigación, en manos de la Fiscalía, en contra del obispo de San Felipe, Cristián Contreras Molina, por delitos "contra el orden de las familias, la moralidad pública y contra la integridad sexual” , el denunciante y ex seminarista Mauricio Pulgar, se refirió al caso y dijo, con respecto a lo que está pasando, que "lamentablemente la iglesia Católica perdió la oportunidad de haber reconocido los abusos, porque hasta el día de hoy habla de víctimas en general. Ahora, lo que nos queda, es que la iglesia asuma los delitos y las consecuencias".
Asimismo, contó que hace aproximadamente diez años el obispo Contreras lo llevó a su casa, donde dijo que ocurrieron los delitos de connotación sexual y que estos se habrían prolongado por un mes, consigna CNN.
En tanto, el ex seminarista, también denunciante del presbítero Humberto Enríquez ante el obispado de Valparaíso, acusó que la diócesis de San Felipe es el lugar ideal para esconder este tipo de delincuentes porque “es como el patio trasero de la diócesis de Valparaíso”.
Agregó que en esta nueva causa “hay denuncias previas de encubrimiento a sacerdotes, como también quejas de laicos de abusos sexuales cometidos por él contra quienes en su momento fueron menores de edad".
En ese sentido, culpó a la iglesia por no reconocer los abusos de manera individual, pero también a los laicos: “Ellos no han tomado la decisión, tanto en Valparaíso como en Los Andes, de enfrentar a los obispos, de perder el miedo de enfrentarlos”. Aseguró, además, que “lo más seguro es que en el Vaticano no tengan idea qué pasa con el obispo Contreras, porque el nuncio de Chile no coopera”.
Por último, sostuvo que la red de protección y encubrimiento involucra también a laicos “porque no tienen opción”.
“Algunos sacerdotes han ocupado la confesión como un método de extorsión”, finalizó.