[Journalists of the newspaper La Nacion of Paraguay rallied yesterday in front of the newspaper because of as decision by the company to suspend the publication of a series of reports on pedophile priests accused in Argentina who received ecclesiastical protection of the Church of Paraguay .
At the same time, the journalist Paul Noah, co - author of the research, released an open letter to Pope Francis in which remarked that he hoped the pope received his complaint and take care of the matter. The journalist told the pope that the only thing he could do was banish the practice of moving accused priests and encourage people to continue fighting against the arkness which many want to keep in the church.
The Union of Journalists denounced the apostolic nuncio (Vatican representative), Monsignor Eliseo Ariotti, who encouraged suspension of publication because it was "inconvenient" for the church. The newspaper's management said there was no censorship because the series of notoes on priests who ministered in the country was published and there was the expected reaction from church authorities.]
Periodistas del diario La Nación de Paraguay se manifestaron ayer frente a las instalaciones del periódico por la decisión de la empresa de suspender las publicación de una serie de informes sobre curas argentinos acusados de pedofilia que recibieron protección eclesiástica de la Iglesia de Paraguay.
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A la vez, el periodista Pablo Noé, el coautor de la investigación, divulgó una carta abierta dirigida al papa Francisco en el que remarca: "Espero, papa Francisco, que llegue esta denuncia a sus manos y que se tomen cartas en el asunto. En este tipo de situaciones no importan las cuestiones superfluas ni las medias verdades. Lo único que se puede hacer para desterrar este tipo de prácticas es seguir el camino que usted marcó, que desde el ejemplo nos impulsa a seguir peleando contra la oscuridad en la que mucha gente quiere mantener a la Iglesia".
En otro tramo de la carta al papa, Noé dice: "Por la influencia histórica, por la preponderancia que tiene usted como líder mundial, por la necesidad de que los modelos a seguir sean contundentes, le ruego humildemente que pueda dar una mirada al trabajo de investigación publicado en este medio. Estoy convencido de que servirá como un esfuerzo más para hacer de este un mundo mejor, que es el mensaje que más me impactó de su pontificado".
Aquí, puede leerse la carta completa.
La protesta de los comunicadores se produjo ayer, en el Día del Periodista (en Paraguay). Trabajadores de prensa de otros medios se acoplaron a la movilización con carteles y pancartas tales como "No a la censura", "No a la censura de Iglesia oscura", "Castigo a los pederastas". El periódico había divulgado parcialmente la investigación. En lo publicado se contaba el caso del sacerdote argentino Carlos Ibáñez Morino, denunciado en Bell Ville, Córdoba, por abuso sexual de al menos 10 jóvenes hacia 1992.
Ibáñez Morino fue suspendido en sus funciones por el obispo de Córdoba, pero continuó ejerciendo como sacerdote en Paraguay hasta semanas atrás, cuando su caso fue ventilado por La Nación.
Había estado un tiempo en la cárcel Tacumbú de Asunción en 1995, pero su extradición a la Argentina fue rechazada "por defectos de forma", según fuentes judiciales.
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El Sindicato de Periodistas denunció que el nuncio apostólico (representante del Vaticano), monseñor Eliseo Ariotti, intervino ante la dirección del diario para suspender las publicaciones "por ser inconvenientes" para la Iglesia. La dirección del diario aclaró a su turno que no hubo censura, "porque la serie de notas sobre los sacerdotes que ejercieron su ministerio en nuestro país se llegó a publicar y tuvo la reacción esperada de parte de las autoridades eclesiásticas".
Monseñor Ariotti se defendió hoy en declaraciones a periodistas: "Rechazo categóricamente que hemos encubierto (al sacerdote) y que hemos censurado (la publicación)", afirmó.
Comentó que el domingo pasado se dirigió a la dirección del diario La Nación para solicitar un derecho a réplica porque el medio publicó que la Nunciatura a su cargo sabía del caso de los curas con antecedentes hace más de un año cuando la información le había llegado recién a finales de diciembre, dice Ariotti. "Pedí solo la rectificación de eso y el medio accedió. Se publicó la aclaración y quedé conforme", expresó.
Aclaró que nunca pidió la censura del trabajo de investigación y anunció que la representación del Vaticano emitirá una aclaratoria en las próximas horas.
Como repercusión del affaire, el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, pidió perdón a la feligresía católica por haber permitido que un sacerdote argentino acusado de abuso de menores siguiera ejerciendo el sacerdocio en Paraguay con títulos fraguados.
"Pedimos disculpas porque somos muy inocentes. En el Paraguay confiamos demasiado en la gente, más todavía cuando es extranjera. Hay que aprender a ser más suspicaces", dijo Valenzuela.
El periodista Aldo Benítez, uno de los autores de la investigación, dijo a Clarín: "directivos del diario nos informaron que iban a parar las publicaciones por un tiempo. No dijeron por qué".
"Después el tema se hizo público porque la gente esperaba leer más. Se manifestaron los otros medios porque era evidente lo que había pasado. Era una serie que se interrumpió. A nosotros nos prometieron que esto va a continuar más adelante", dijo Benítez.
El periodista relató que estuvo en Bel Ville, la ciudad cordobesa donde ejerció su ministerio el padre Ibañez, lugar donde se recopilaron la mayoría de los datos.
El diario La Nación de Paraguay publicó una foto extraída de la filmación de la misa central que cocelebró el papa Francisco durante su visita en julio pasado en Paraguay. En la instantánea aparece Ibañez entremezclado entre los curas.
El arzobispo de Asunción reiteró que "hay tolerancia cero" ante estos casos dentro de la Iglesia.
Benítez recordó que ya hace un par de años el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity fue expulsado de la diócesis de Ciudad del Este por antecedentes de abuso sexual a menores en Estados Unidos.
En Ciudad del Este también vivió otro polémico religioso argentino, el sacerdote Aldo Omar Vara, acusado de homicidio y torturas por su papel durante la dictadura cívico-militar argentina. Vara falleció en esa ciudad fronteriza el 5 de junio de 2014.
La investigación fue la primera sobre casos de pedofilia al interior de la Iglesia en Paraguay.