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Lo Que Las Victimas Le Pedimos Al Vaticano

By Miguel Hurtado Calvo
El Pais
December 4, 2014

http://elpais.com/elpais/2014/12/03/opinion/1417610334_386792.html

Cuando era un adolescente, el sacerdote responsable del grupo de jovenes catolicos al que acudia abuso sexualmente de mi. Poco despues, con la intencion de evitar futuras victimas, explique lo sucedido a uno de sus companeros. Su respuesta me helo la sangre. La solucion era informar a su superior, quien “daria un toque” a mi abusador para que no volviera a delinquir en el futuro. En ningun momento se considero la posibilidad, no ya de avisar a la policia, sino de retirarlo de su puesto. Cuando aun perplejo le pregunte si en su opinion debia contarselo a mis padres, me contesto que la mejor opcion era no decirles nada, porque “lo unico que conseguiria seria hacerles sufrir”. Poco despues decidi abandonar la Iglesia para no volver. Mi abusador continuo en contacto con menores durante unos cuantos anos mas.

Al cabo del tiempo conte lo sucedido a mis padres. Como buenos catolicos, en vez de denunciar a mi abusador en comisaria decidieron ponerse en contacto con su supervisor. La respuesta de la Iglesia fue trasladar discretamente a mi abusador de su puesto a un “lugar aislado”, donde segun nos aseguraron no volveria a tener contacto con menores. Mis padres fueron felicitados por “hacer lo correcto” y no denunciar, porque asi la Iglesia podria gestionar el asunto “internamente” en vez de tener que contratar a un abogado defensor para mi abusador.

Por desgracia, durante decadas los obispos que decidieron encubrir delitos en vez de denunciarlos solo estaba cumpliendo ordenes del Vaticano. En el ano 2001 Dario Castrillon Hoyos, prefecto para la Congregacion del Clero, felicito al obispo frances Pierre Pican por no haber denunciado a la policia a uno de sus sacerdotes condenado por abusar de 11 menores. “Lo has hecho bien y estoy encantado de tener un companero en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los obispos del mundo, habria preferido la carcel antes que denunciar a su hijo sacerdote”. Una copia de esta carta fue enviada a todos los obispos del mundo. En ningun momento menciona la posibilidad que quizas los ninos violados pudieran tambien ser hijos de Dios y de la Iglesia.

Solo en 2010 el Vaticano se comprometio publicamente a que en el futuro, cuando la ley del pais obligara a denunciar los abusos sexuales a las autoridades civiles, los obispos cumplirian la ley como lo hacemos los simples mortales. No menciono que pasaria si la ley no les obligara a dar tal paso.

En enero de 2014, formando parte de la delegacion de victimas de pederastia clerical, asisti como invitado al Comite de la Infancia de Naciones Unidas. El Vaticano, por primera vez en la historia, tenia que rendir cuentas por las graves violaciones de derechos humanos que llevaba cometiendo durante decadas. Su representante diplomatico adopto una actitud triunfalista. El encubrimiento era cosa del pasado. Ahora existian protocolos de actuacion para gestionar estos casos de forma mas adecuada. La Iglesia era un ejemplo de buenas practicas. Otras instituciones deberian aprender de ella. Mision cumplida. Problema resuelto.

Como el reciente caso de Granada demuestra cuando la jerarquia Catolica colabora con las autoridades civiles los abusadores de menores acaban en prision

Cuando en multiples ocasiones miembros del comite solicitaron informacion sobre como se estaban gestionando en la actualidad casos concretos de pedofilia, el Vaticano se nego a responder. No hacia falta aportar evidencia alguna, la palabra del Vaticano debia ser suficiente. Volviamos a los actos de fe. Como es bien conocido, Naciones Unidas emitio un informe demoledor. Uno de los expertos del comite explico que querian ser capaces de decir al Vaticano: “Bien hecho y no bien dicho”. Los protocolos son solo papel mojado si no se llevan a la practica. Y las palabras no protegen a los menores, solo las acciones contundentes.

Como el reciente caso de Granada demuestra, cuando la jerarquia catolica colabora con las autoridades civiles los abusadores de menores acaban en prision. Se evitan nuevas victimas, porque los pederastas en la carcel no violan ninos. Cuando actuan como el obispo de Granada, que recomendo a la victima: “Silencio, abnegacion y rezar a la Virgen Maria”, las violaciones a menores quedan impunes. Los pederastas pueden desarrollar una larga carrera criminal durante decadas dejando en su camino un reguero de infancias rotas. Como bien dijo Jesucristo: “Por sus frutos los conocereis. Todo buen arbol da buenos frutos, pero el arbol malo da malos frutos”.

Es de lamentar que la asuncion de responsabilidades por parte de los obispos encubridores sea la gran asignatura pendiente en la Iglesia. En 30 anos de crisis ningun obispo ha sido cesado por proteger a curas pederastas. No lo fue el antiguo cardenal de Boston Bernard Law por encubrir al sacerdote John Geoghan, quien abuso de mas de 130 menores. No lo ha sido el obispo de Kansas City Robert Finn, condenado por la justicia por encubrir al padre Shawn Ratigan, quien entre multiples delitos utilizo a una nina de dos anos de su parroquia como modelo pornografica. Y mucho me temo que no lo sera tampoco monsenor Javier Martinez, ilustrisimo arzobispo de Granada.

En la Iglesia, como en todo colectivo humano, hay muchas buenas personas que solo intentan hacer el bien. Pero tambien hay lobos con piel de cordero que utilizan su poder para explotar sexualmente a menores vulnerables. La respuesta es sencilla: los santos a los altares, los delincuentes a las prisiones. Las victimas no le pedimos al Vaticano nada mas. Pero no nos conformaremos con nada menos. Porque solo entonces sabremos que el Vaticano pone el bienestar de la infancia por encima de su reputacion. Y por fin tendremos la seguridad de que los ninos estan en buenas manos.

Miguel Hurtado Calvo es portavoz de SNAP (Red de Supervivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes).

 

 

 

 

 




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