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Los Ninos Dados Por Muertos Que El Cura Gerardo Joannon Entrego Para Adopcion

The Ciper
May 15, 2014

http://ciperchile.cl/2014/04/11/los-ninos-dados-por-muertos-que-el-cura-gerardo-joannon-entrego-para-adopcion/

[Sacerdote Gerardo Joannon y las adopciones irregulares: “Yo les hacia el contacto a las familias con el doctor”]

[Adopciones irregulares II: Habla Matias Troncoso, otra de las guaguas dadas en adopcion por el doctor Monckeberg]

En 2004 y 2005 la revelacion de algunos secretos de familia conmociono a ciertos circulos de la capital. Aparecieron ninas que se habian dado por muertas al nacer y que eran hijas de madres solteras. La verdad es que fueron dadas en adopcion enganando a sus padres biologicos. En la mayoria de los casos fueron las familias de estas jovenes las que decidieron arrebatarles a sus hijos, con la ayuda de sacerdotes y ginecologos. CIPER reconstituyo dos de estas historias en las que le cupo un rol principal al sacerdote Gerardo Joannon, quien reconocio los hechos.

Ese 1? de febrero de 2004, Pilar tuvo desde la manana presente su compromiso de las 20:00. Si bien ella era de misa diaria, en las que participaba activamente, ya sea en el coro o en las lecturas, las que se oficiaban el 1? de febrero tenian un significado especial para ella y para el sacerdote que las celebraba: Gerardo Joannon. Significado que se llenaba de sentido al momento de rezar la plegaria eucaristica en honra de los difuntos: “Recuerda a tu hijo/a a quien llamaste de este mundo a tu presencia; concedele que, asi como ha compartido ya la muerte de Jesucristo, comparta tambien con el la gloria de la resurreccion”.

-Se hacia un momento de recogimiento y nosotras sabiamos que ahi se pedia internamente por la guagua que Pilar habia perdido ese mismo dia de 1983, siendo madre soltera. Pero ese era un drama que, si bien varias de sus amigas sabiamos, no se hablaba por respeto a ella. Uno percibia que siempre a finales de enero y principios de febrero ella andaba mas sensible -relato a CIPER una amiga de Pilar.

Lo que no imagino ninguno de los que llegaron ese primero de febrero de 2004 a la misa, es que esa seria la ultima que se celebraria en recuerdo de la nina muerta. Ya que la recien nacida que Pilar y algunas de sus amigas creian muerta, ?estaba viva! Habia sido “regalada” a otra familia al nacer y desde los 12 anos buscaba a sus padres biologicos, a quienes encontraria justo un mes antes de ese 1 de febrero de 2005, cuando cumplio 22 anos.

La subita aparicion de la hija de Pilar, a la que todos creian muerta, no seria el unico caso. La investigacion de CIPER pudo constatar que fueron varias guaguas de jovenes solteras y embarazadas las que, en las decadas del ’70 y ’80, fueron entregadas irregularmente en adopcion a otras familias. En ocasiones, enganando a los padres biologicos, haciendoles creer que el bebe habia nacido muerto; en otras, convenciendo a la madre soltera de que esa era la mejor opcion para el futuro del recien nacido.

Los hechos que aqui se relatan fueron confirmados a CIPER por el sacerdote Gerardo Joannon (ver entrevista). Las adopciones irregulares contaron con la colaboracion de, a lo menos, diez ginecologos y familiares de las jovenes embarazadas. El sacerdote tiene claro que en la mayoria de los casos en que intervino, eran los padres de la nina embarazada los que tomaban la decision. Pero tambien dice haberse enfrentado a jovenes que no querian ser madres.

Fue asi que se organizo el sistema de adopcion. “Yo les hacia el contacto a las familias con el doctor”, relato Gerardo Joannon a CIPER.

Todo se facilito por la amistad que unia al sacerdote y a su familia con algunos conocidos ginecologos de la epoca. A ellos recurria Joannon cuando alguna familia se le acercaba a pedirle ayuda porque su hija soltera habia quedado embarazada. Lo primero que hacia –afirma el sacerdote- era intentar convencer a la joven de que la mejor opcion era que se ocultara por unos meses del resto de amigos y familiares, que tuviera la guagua y de inmediato la diera en adopcion. Pero cuando la joven insistia en conservar a su hijo y rechazaba tajantemente la adopcion, otro plan entraba en accion. ?La guagua naceria muerta! Para que ese plan tuviera exito requeria de un elemento clave: un compromiso de riguroso silencio de todos los que estaban al tanto de la verdad. Y asi se hizo.

Ha sido dificil entrevistar a las pocas madres que aceptaron hablar. El dolor se palpa en cada silaba. La mayoria lo hizo bajo peticion de reserva absoluta de su identidad. Otras quisieron dar sus nombres. Para que todos supieran como se fraguo, segun afirmaron, una practica habitual en determinados circulos y que provoco tanto dano. CIPER decidio mantener bajo reserva los nombres de todos los directamente afectados. No hicimos lo mismo con otros actores involucrados y cuya participacion nos fue confirmada por varios testigos. Algunos reconocieron los hechos que aqui se relatan, amparandose en una “decision cristiana”. Otros, se negaron a hablar: sacerdotes que se escudan en el “secreto de confesion” y doctores que alegan que los hechos ocurrieron “hace ya muchos anos”.

Muchos de los protagonistas han muerto. Otros aun viven y desean mantener los hechos en el mas estricto secreto. Aqui entregamos algunas de las historias que CIPER reconstruyo.

MUERTA EN 1983

El martes 1? de febrero de 1983, cinco nacimientos registro la Clinica Santa Maria. Uno de los recien nacidos fue una nina que su madre, una joven estudiante soltera, dio a luz por cesarea. Atendida por el doctor Gustavo Monckeberg Barros (fallecio en 2008), esta joven que no habia presentado problemas durante su embarazo, al despertar de la anestesia, supo que su ninita habia muerto.

Francisco, el padre de la nina, no habia sido avisado ni por la joven ni por la familia de ella de que el nacimiento de su hija era inminente. Que su hija naceria ese 1? de febrero. Lo unico que recuerda como si fuera hoy es la voz fria y cortante del padre de su ex polola, anunciandole esa tarde que su hija venia con problemas y habia fallecido.

El joven que tenia entonces 23 anos, y que vivia con sus padres, colgo el auricular. Demoro varios minutos antes de poder reaccionar. Cuando finalmente se encontro frente a su madre y le comunico la noticia, lloro. La sucesion de hechos ha quedado nitida en su memoria: el abrazado a su madre delante de una estampa de la Virgen Maria, rezando tres padres nuestros. Una forma de mitigar el dolor.

No faltaron quienes en el entorno familiar comentaron que esa era la voluntad de Dios. La nina habria nacido en un hogar mal constituido, hija de una madre soltera. Algo que en los anos 80 seguia siendo como una mancha para ciertas familias, dispuestas a hacer muchas cosas renidas con la moral cristiana con tal de ocultar aquello que era considerado un “gran pecado”.

Para Francisco, en cambio, lo sucedido era una verdadera tragedia. Sus mejores amigos, que sabian que el deseaba asumir esa paternidad y enfrentar “el que diran”, fueron llegando a su hogar a medida que la noticia se iba esparciendo. Otros lo llamaban por telefono para consolarlo.

Una de esas llamadas, lejos de calmarlo lo perturbo aun mas: “Oye, algo raro hay en esta historia, averigua, porque lo que yo se es que esa guagua no murio. La entregaron en adopcion”. Luego de masticar lo que su amiga le habia relatado, el joven consulto con los suyos y acompanado de un familiar se dirigio a la Clinica Santa Maria:

-Fue alli donde Francisco se entero de que efectivamente su guagua no habia muerto. Hablaron con enfermeras y auxiliares, y una de ellas le conto lo que habia ocurrido: habia presentado una leve ictericia al momento de nacer y muy pronto la pequena habia sido derivada a otra clinica de Santiago. Ya no habia rastro de la nina -relato a CIPER uno de los amigos de la familia de Francisco.

Pasaron algunos dias, hasta que finalmente Francisco decidio enfrentar al ginecologo que habia traido la nina al mundo: el doctor Gustavo Monckeberg. En esa reunion el joven tuvo la confirmacion oficial de que su hija estaba viva. El doctor Monckeberg asi se lo reconocio, al tiempo que le explico que la nina habia sido entregada en adopcion por decision familiar y del sacerdote Gerardo Joannon. Que lo unico que a el le habian informado es que el padre de la guagua, cuyo nombre no conocia, era un desquiciado, que le habia hecho mucho dano a Pilar, razon por la cual habian adoptado esa drastica solucion.

Lo que ese dia le dijo el doctor Monckeberg a Francisco fue confirmado a CIPER por una persona que trabajo estrechamente con el medico en esos anos y que pidio reserva de su identidad, consciente de que no habia sido el unico caso:

-El doctor me confidencio lo ocurrido con este joven en la epoca. Estaba muy disgustado, porque cuando el padre de la pequena lo enfrento, paso un momento muy desagradable. El doctor estaba convencido de que la decision de entregar a la nina en adopcion era de la madre y de su familia; y que efectivamente el padre, un desquiciado, se habia desentendido. Cuando supo que le habian mentido, se indigno.

Premunido de este nuevo testimonio que confirmaba que su hija estaba viva, Francisco enfrento al padre de Pilar, quien le insistio que la guagua habia nacido muerta. Incluso le hablo de un certificado de defuncion que nunca le mostro, porque el joven termino siendo expulsado de la casa.

En su entorno, Francisco no encontro ya mas apoyo para persistir en que su hija estaba viva. Para muchos su tesis comenzo a ser un escape al dolor. En otras palabras, una forma de locura.

- Francisco se sumergio en el mutismo. Preocupada, su familia lo saco de Chile. Tal vez fue lo mejor para hacerlo escapar de esa locura que estaba viviendo, ya que todos pensabamos que la nina si habia nacido muerta. Para toda nuestra familia esa ninita habia muerto en el parto. Nunca mas se hablo del tema. Hasta enero de 2005…, cuando supimos que Francisco tenia razon –cuenta uno de sus familiares.

MUERTA EN MAYO DE 1975

-A los 20 anos me quede esperando guagua, lo que no le gusto nada a mi pololo. Y menos cuando le dije que estaba feliz y que yo si queria tener a esa guagua. Estaba decidida a que, con el o sin el, yo iba a seguir adelante. Pero mi pololo me puso como condicion de que si queria que siguieramos juntos, teniamos que abortar -cuenta Carmen.

Carmen pertenecia al Centro Pastoral Juvenil (CPJ) de la Congregacion de los Sagrados Corazones (padres franceses), comunidad a la que siguio ligada cuando termino la ensenanza media. Tambien mantuvo a su mismo director espiritual: el sacerdote Gerardo Joannon, quien ademas, era un amigo de su familia.

-Cuando les informe a mis padres que estaba embarazada, lo primero que dijo mi madre fue lo mismo que le escuche a mi pololo: que me hiciera un aborto. Mi respuesta fue tajante e inmediata: ?No! Y les explique que estaba segura de querer tener esa guagua. “Pero, hija, no, ?como!”, fue su lamento. Y ahi empezaron a decirme las tipicas cosas que se decian en la epoca. Y la primera de todas fue que me iba a convertir en la verguenza de la familia. Mi madre estaba muy enojada. En cambio mi padre, como buen ignaciano (estudio en un colegio jesuita), fue mas abierto. Recuerdo que, en un momento, el me tomo de los hombros y me dijo: “No te preocupes, yo te voy apoyar siempre, vamos hacer lo que tu digas, ?quedate tranquila!”. Mientras tanto, mi mama, mucho mas visceral, seguia insistiendo en que debia abortar y que como podia haberle hecho eso a ella. En el fondo, era como si yo le hubiera hecho algo a ella –recuerda Carmen.

Al poco tiempo de que Carmen le dio la noticia de su embarazo a sus padres, otro hecho trastoco la rutina de su hogar: la empresa donde trabajaba su padre lo trasladaba a Concepcion. Carmen acababa de entrar a la universidad. A pesar de que su familia mantuvo la casa en Santiago, sus padres le dijeron que debia irse a vivir con ellos a Concepcion. Los preparativos para la mudanza se iniciaron. Carmen relata:

-Lo terrible es que mi madre no se habia dado por vencida. Insistia en que yo debia hacerme un aborto. El tiempo apremiaba. Ella me explicaba que no tenia nada de que preocuparme, que nada me iba a pasar, que lo mejor era que me hiciera un aborto, que conocia a la persona adecuada para hacerlo, que seria muy facil y sin riesgos. Cuando le replicaba que eso era matar a mi guaguita, ella me explicaba que no era verdad, que todavia no era un ser vivo, que uno iba a un lugar y como que con una cucharita te sacaban eso “que no era vida aun”. Lo unico que atinaba a responderle era: “?Para mi si esta vivo!”.

Como Carmen se negaba a abortar, su familia, o mas bien dicho su madre, inicio una nueva tactica:

-Un dia aparecio en mi casa el sacerdote Gerardo Joannon. Estaba invitado a comer. Pero no era una simple visita social. Esa noche me propuso que tuviera a mi guaguita, pero que una vez que naciera la diera en adopcion. Mi respuesta fue tambien tajante: le dije que como yo habia decidido que esa guagua de todas maneras la tendria, ni el aborto ni la adopcion eran opciones para mi. Joannon fue muy persuasivo. Con voz mesurada y reflexiva comenzo a hablarme insistiendo en que era muy loable lo que yo pretendia, pero que debia ser menos egoista y pensar en el futuro de mi guagua. En lo que era sin lugar a dudas lo mejor para el bebe. Me hablaba de que yo era muy chica para entender la responsabilidad que implica ser madre, de las carencias que le provocaria a ese nino no tener padre. Que para esa guagua iba a ser terrible… Que si yo habia decidido hacer una opcion por la vida, la segunda decision era que esa guagua se criara en una familia bien constituida, no como hijo de una madre soltera. Que fuera normal…

Carmen recordaria por muchos anos esa noche del verano de 1975. Y cada palabra de esa conversacion. Hasta ese momento el dialogo se habia desarrollado frente a sus padres. Pero en un momento en que Joannon insistia en sus argumentos a favor de la adopcion, Carmen no pudo soportar mas la presion y se largo a llorar. Con un potente “?no!” y entre sollozos, se fue a su pieza. Pasaria mucho rato antes de que el sacerdote golpeara a su puerta, esta vez solo…

-Ahi le pedi que por favor me ayudara. Que me apoyara, porque yo queria tener esa guagua y no queria darla en adopcion… El sacerdote Gerardo Joannon fue dos o tres veces mas a mi casa antes de irnos a Concepcion.

Carmen recuerda que una vez que se instalo en Concepcion, se inicio un periodo de relativa calma. Ingreso a la universidad y comenzo a prepararse para el nacimiento de su hijo, cuyo parto se anunciaba para julio. Incluso aprendio a tejer y le hizo vestimentas.

-Como en Concepcion no me conocia nadie, yo iba feliz a la universidad con mi guata. Pero a mi madre le seguia complicando, y mucho, el que yo estuviera embarazada y sin libreta de matrimonio. Comenzo a darme instrucciones: “?Cuidate!, ?que nadie te vea!”. Para ella era muy importante que nadie lo supiera. Todo lo que decia me hacia sentir que era horroroso estar embarazada. Lo increible es que eso que para ella era tan vergonzoso, a mi me hacia inmensamente feliz –recuerda Carmen.

Como su madre insistia en ocultarles su embarazo y su solteria a los pocos amigos que tenian en Concepcion, ella aprovechaba la menor ausencia de su madre para decirles la verdad:

-Esa era mi realidad y yo estaba feliz. En la universidad me hice de amigas que me entendian y que me regalaban ropitas para mi guagua. Hasta que paso algo que me hizo mas feliz aun: tenia como seis meses de embarazo cuando me fue a visitar mi ex pololo. Me dijo que estaba arrepentido, que ahora el si queria reconocer y darle su apellido a su hijo. Me impresione muchisimo. No me lo esperaba: nunca mas habiamos hablado desde que me fui de Santiago. Lo primero que hice fue contarles a mis padres.

La visita del pololo de Carmen ocurrio en abril de 1975. Sorpresivamente, en mayo, sus padres la mandaron a Santiago para que se hiciera un control ginecologico. Para su gran satisfaccion, todo se desarrollaba en perfectas condiciones. El medico de la familia, el doctor Eduardo Keymer Fresno (fallecio en 1979), le dijo que volviera a fines de mayo para el siguiente control.

-Salimos por la noche de Concepcion. Viaje con mi papa. Se suponia que a la noche siguiente, despues de mi control, nos regresabamos a Concepcion… Me faltaban solo cinco semanas para el parto. La consulta fue como a eso de las 3 de la tarde del viernes 30 de mayo de 1975. Cuando sali de la consulta, me fui directo a nuestra casa de Santiago, en el barrio El Golf, a esperar, porque el tren partia a Concepcion en la noche.

Han transcurrido 39 anos y a Carmen aun le cuesta hablar de lo que le ocurrio en la noche del 30 de mayo de 1975. Es evidente que no ha olvidado ni un solo detalle:

-De repente, empece a sentir un dolor agudo en el vientre. Estaba con mi hermano menor cuando de improviso empezo a caer agua por entre mis piernas. “?Uy!, parece que me hice pipi. ?Que es esto!”, le digo. No se como pero muy pronto me di cuenta de que estaba a punto de tener a mi guagua… Comenzamos a intentar ubicar a mi padre, que aun no habia regresado a la casa. Y tambien al doctor Keymer. No fue posible. Llame a mi hermana mayor… No sabia que hacer. Como a eso de las 19:00 ubicamos al doctor: me dijo que me fuera de inmediato a la Clinica Carolina Freire, que estaba ubicada en calle Maturana con San Pablo.

Carmen recuerda que cuando estaba lista para partir a la clinica, llego a la casa su padre. Se sintio mas segura. A partir de ese momento las imagenes se suceden:

-Sentia mucho dolor y yo gritaba. Mi ultima imagen es el doctor diciendome “?puja!, ?puja!”, y de repente la pelicula se hace borrosa hasta sumergirme como en un sueno mientras de lejos escuchaba que mi guagua venia con problemas… Luego senti un grito y yo alcance a divisarla. Despues las voces: “?Hay que llevarsela al Hospital Roberto del Rio!”. Y no recuerdo nada mas.

De lo que paso despues en esa clinica, Carmen no tiene ningun recuerdo nitido. Las imagenes vuelven desde el mismo minuto en que ella regresa a su casa en Santiago:

-Fue entonces que mi madre me dijo que mi ninita, porque era una ninita, no habia vivido: “Y hubo que llevarla al cementerio y enterrarla”. El doctor Keymer confirmo el relato de mi madre. Mi unica respuesta fue llorar y llorar. Y lo hice durante meses…No me explico por que yo no asimilaba que mi nina estaba muerta. En mi interior se alojo una gran duda que fue creciendo. Ni siquiera cuando me mostraron el certificado de defuncion esa duda se mitigo. Mi familia me hablaba de muerte y mi sensacion profunda era de ?vida!

Deberian transcurrir 30 anos, muchos dolores y nuevos partos para que Carmen descubriera un dia de 2005 que nunca se equivoco: su hija vivia y habia sido entregada en adopcion.

“MI PAPEL ERA QUE LA VIDA SE MANTENGA”

Nadie sabe hoy en Chile cuantos ninos “murieron” al momento del parto para “nacer” en otra familia. A lo largo de nuestra investigacion, al entrevistar a las familias de las madres a quienes se les arrebato un hijo, se repite la misma razon: “era la unica opcion de vida”. Casi la misma frase que nos dira uno de los principales protagonistas de estas historias, el sacerdote Gerardo Joannon: “?salvar una vida!, ?que la vida se mantenga!”. Pero todos saben que, finalmente, esto fue lo mas parecido a una asociacion ilicita para adopciones irregulares.

En su relato de como llego a involucrarse en las adopciones, Gerardo Joannon conto que desde sus inicios en el sacerdocio comenzo a trabajar con jovenes. Y que ahi se enfrento a la cruda realidad del embarazo adolescente (ver entrevista):

-Yo comence a palpar como -y es algo que hasta hoy confirmo- las jovenes que se hacian un aborto quedaban danadas para toda la vida. Los abortos eran clandestinos, por supuesto, y con gran riesgo para las ninas. Existian en esos anos unas “brujillas” que hacian estos abortos en las poblaciones, en condiciones muy poco higienicas. Se dedicaban solo a eso y lo habian convertido en una profesion: cobraban. Y tambien descubri una especie de conciencia medio oculta, que permitia que los datos de quienes hacian estos abortos fueran pasando de unos a otros. Para las ninas del barrio alto que quedaban embarazadas, habia dos maneras: sacarlas de Chile para abortar, lo que hacian las familias que tenian mas dinero; o dar a la guagua en adopcion -relato Joannon a CIPER.

LA PRUEBA DE ADN

Ni el tiempo que permanecio fuera de Chile ni el exito que consiguio a su regreso como un destacado profesional, lograron que Francisco extirpara de su mente la idea de que aquella nina que nacio el 1 de febrero de 1983 en la Clinica Santa Maria, estaba viva. Que la muerte que le anunciara el padre de su ex polola era una mentira. Pero cada vez que quiso dar un paso para intentar descubrir su paradero, se estrello contra un muro de silencio. Peor aun, en algunos circulos empezaron a tildarlo de “loco”.

-La idea de que su hija vivia y que habia sido entregada en adopcion a una familia amiga del cura Joannon, la mantuvo por anos. No logro entender como Francisco fue capaz de perseverar. Porque incluso amigos que lo estimaban solian comentar que estaba medio loco con esa obsesion por su nina desaparecida al nacer –relato uno de sus amigos a CIPER.

Uno de esos hitos de la obsesion de Francisco que varios de sus amigos recuerdan, ocurrio durante la emision de un capitulo del programa de TVN “Rojo: Fama contra Fama”:

-Lo conducia Rafael Araneda y ese dia aparecio una joven cantante y protagonista del programa diciendo por primera vez en publico que ella era adoptada y que no conocia a sus padres biologicos. No se por que Francisco se convencio de que la joven podia ser su hija. Contrato hasta un detective para que le averiguara donde habia nacido, si correspondia con la edad de su hija…Esa historia no termino bien, porque incluso los detectives que contrato se aprovecharon de su deseo de encontrar a su hija, y lo enganaron entregando pruebas falsas para hacer coincidir fechas y lugares. ?Le sacaron mucha plata! Y termino siendo un duro golpe para el, cuando se entero de que ella no era la hija que buscaba –cuenta uno de sus amigos.

Francisco no alcanzo a vivir el duelo por el nuevo engano. Porque fue en ese momento preciso que su madre recibio un llamado telefonico del sacerdote Gustavo Ferrari, quien conocia el drama de la hija “muerta”. Por esos caminos insospechados, el cura salesiano habia conocido la historia de una joven que buscaba a sus padres biologicos y que correspondia a los datos de la hija cuyo rastro Francisco habia perdido el primer dia de febrero de 1983. Con mucho cuidado y suma delicadeza, se preparo el encuentro. Habian transcurrido 21 anos.

-Apenas la vio, Francisco se percato de que la joven era la imagen de su madre. A pesar de que nosotros cuando la conocimos tambien coincidimos con Francisco en el enorme parecido de la joven con Pilar, tratamos de calmar su ansiedad. Le insistimos en que esperara los resultados del examen de ADN para dar rienda suelta a su felicidad. Pero fue inutil –cuenta uno de sus mas estrechos amigos.

La prueba de ADN se hizo en la Clinica de la Universidad Catolica, en diciembre de 2004. Fue asi como Francisco encontro a su hija 21 anos despues de su nacimiento. Para ambos fue el comienzo de una nueva etapa. No asi para su madre biologica. Hasta hoy ella no puede aceptar la verdad de lo que ocurrio en su primer parto.

Pilar acepto hablar brevemente con CIPER. Se percibe la angustia que le provoca hablar de aquello. No ha querido mantener una relacion con su hija: es superior a sus fuerzas. Y si bien afirma que los que decidieron entregar a su hija en adopcion, lo hicieron por motivos “piadosos”, tambien sabe que esa decision fue “un gran error”: “?No se imaginan el dano que ocasionaron a mi y a las familias involucradas!”.

El dano para Pilar en vez de diluirse se ha acrecentado con el tiempo. Mira hacia atras y se ve sin armas ni herramientas para poder defenderse. Lo unico que ella quisiera “es que nada de aquello hubiera ocurrido… Siento mucho no tener fuerzas para acoger y abrazar a esa hija que en 1983 dieron por muerta”.

“SE LA ENTREGUE EN SUS MANOS AL CURA JOANNON”

Ese otono de 2005, Carmen no pudo evitar recordar que su hija habria cumplido 30 anos de haber sobrevivido al parto. Despues de tantos anos, y a pesar de tener tres hijos veinteaneros que son su motivo de vida, aun le costaba transitar por un nuevo 31 de mayo. Aunque habia hecho muchos esfuerzos por sacarlo de su cabeza, seguia sin convencerse de que ese dia su hija habia nacido muerta.

En los primeros dias de ese mayo de 2005 se encontro con su amiga del alma: una companera de colegio con quien nunca perdio contacto y cuya relacion era similar a la de dos hermanas. Fue en Providencia. Decidieron sentarse en un cafe para contarse sus historias. Y pronto irrumpio en el intimo dialogo la historia de la hija que habia nacido muerta:

-Fue ahi que mi amiga me dice: “No se por que nunca te he dicho que siempre me quede con la duda de si esa guagua fue dada en adopcion”. No se que cara puse, porque lo que me dijo me llego hasta el alma… Necesite tiempo para recuperarme. Como pude, saque la voz y le pregunte: “?Por que me dices eso?”. “Porque cuando tu me llamaste a mi casa para avisarme que te ibas a la clinica a tener tu guagua, yo despues llame de vuelta a tu casa para preguntar donde estabas. Queria ir a acompanarte. Me atendio tu mama y con una voz muy fria me dijo que no se te podia ir a ver. Que la guagua habia nacido, que era una ninita, pero habia muerto”. Mi amiga me relato que le insistio a mi madre: “Pero tia, ?como!, ?murio? Con mayor razon quiero ir, ?necesita mi compania”. Mi madre le dijo entonces que no, que yo estaba muy triste y que la indicacion del medico era que yo “no recibiera visitas” –recuerda Carmen, con profunda emocion.

El relato de su amiga fue suficiente para Carmen. De golpe, la enorme duda que durante anos habia tenido alojada en su cabeza, se hizo certeza:

-En todos esos anos siempre subsistio la duda. Pero, claro, la vez que pregunte, la respuesta de mi familia no fue muy amable. Y yo le tenia miedo a mi madre. Muchas veces, a solas, la imaginaba a ella viva, creciendo, yendo al colegio, y me decia que quizas, en algun minuto, la podria reconocer…, que era probable que se pareciera a mi. Y ese dia el relato de mi amiga desperto todo eso que estaba asfixiado. De golpe, todo era posible. “?Y que hago?, ?como buscamos?”, fue la unica pregunta que balbuceo.

Al dia siguiente, Carmen se levanto muy temprano y se fue directo a calle Maturana con San Pablo, alli donde estaba ubicada la Clinica Carolina Freire a la que nunca mas regreso. Recorrio la calle entera sin encontrarla, hasta que un vecino le dijo que la clinica donde ella habia tenido a su hija, ya no existia: habia sido demolida.

-Y ahi se me ocurrio que mi proximo paso tenia que ser hablar con el cura Gerardo Joannon. Era evidente que el podia decirme donde estaba mi hija. Lo llame. No contesto nadie el telefono. ?Donde andaria? ?Que mas puedo hacer? Sabia que el doctor Keymer se habia muerto pocos anos despues del parto. Y se me vino a la cabeza el neonatologo que participo en el parto. Y recorde que habia sido vecino mio y ademas, el pediatra de mis otros tres hijos: Carlos Casar Collazo…Decidi que debia ir a verlo.

Ya nada paraba el impetu de Carmen. Estaba decidida a llegar a la verdad. No perdio ni un solo minuto y esa misma manana partio a la consulta del doctor Casar. Hacia varios anos que no lo veia.

-Llegue muy nerviosa. Me saludo muy amable y yo sin preambulos le pregunte: “Vengo a saber que hiciste con mi hija”. Su respuesta fue: “?Calmate!, ?pero como en todos estos anos nunca me preguntaste?”. “?Preguntarte que?”, fue lo que me salio del alma. Y ahi empezo a decirme que habia estado varias veces por decirmelo, pero como me veia tan bien con mis hijos… “No sabes lo mal que me sentia, ?tu hermana nunca te conto?”. Yo lo escuchaba repetir sus explicaciones, hasta que le dije: “Dime ahora que hiciste con mi hija, ?donde la tienes?”. Y lo escuche decir: “No, yo se la entregue en las manos a Gerardo Joannon”. Casi se me cayo el mundo…

El dialogo que aquel dia de 2005 tuvo Carmen con el doctor Casar, fue confirmado por CIPER. “Por que tendria que haberselo dicho si ella nunca me lo pregunto”, nos dijo Casar. En un solo punto difiere su relato con el que nos hizo Carmen. El doctor Casar afirma que el bebe se lo entrego a los padres de Carmen y no al sacerdote Gerardo Joannon.

Pero en ese dia de mayo de 2005, Carmen no tuvo respiro. Ahora que tenia la certeza de que su hija habia nacido viva, la persona que debia encontrar era el sacerdote Gerardo Joannon. “Si Carlos Casar decia que se la habia entregado a el, Gerardo no me podria ocultar donde estaba mi hija”, recuerda Carmen:

-Ese dia sali medio muerta de la consulta del doctor Casar. La cabeza me daba mil vueltas, mientras las ultimas palabras del doctor se repetian: “No hagas nada, quedate tranquila…”.

Pero Carmen no encontro al cura. Decidio entonces llamar a su hermana mayor, la misma que el doctor habia dicho que sabia lo que ese dia de 1975 habia ocurrido. Ya mas serena, la convido a comer:

-Apenas nos sentamos le dije: “Mi guagua fue entregada en adopcion y tu lo sabes”. Se sorprendio: “Perdon, pero nunca lo hablamos…”, dijo. Ya no habia ninguna duda. “?Que piensas hacer ahora?”, pregunto. “?Buscarla!” fue mi respuesta. “Bueno, dijo, las cosas ya estan hechas, asi es que tienes que buscar otra solucion. Porque, ?que harias si ella no te quiere conocer?”. Fueron muchas preguntas para las que yo no tenia respuesta. Al final, me dijo: “Si no vas a hacer ningun escandalo, yo te puedo ayudar”.

La historia que le conto ese dia su hermana fue tan increible como todo lo que le habia sucedido en esas 24 horas. Su hermana partio recordando que cuando se cambio de casa en 1995, veinte anos despues del parto de Carmen, una de sus nuevas vecinas, una senora ya anciana y amable, le decia con frecuencia que tenia una nieta “que es igualita a usted”. La hermana de Carmen continuo su relato: “Pasaron unos meses y un dia tocaron el timbre de la casa y ahi estaba mi vecina con una joven a su lado”. Carmen cuenta ese momento:

-“?Y entras tu con 20 anos! Eran tus manos, tu risa, la misma manera de hablar y de reirse”, me revelo mi hermana. Y me conto como habia llegado a la conclusion de que esa joven era mi hija: sus dos apellidos eran los de un matrimonio de medicos muy amigo de mis padres. Y como el asunto se habia convertido en un tema tabu en mi familia, mi hermana lo unico que hizo fue escribir el nombre en un papel y guardarlo…

Por diez anos la hermana de Carmen guardo el papelito que contenia solo un nombre. Cuando se lo entrego a Carmen y esta supo la nueva parte de la historia, decidio no enfrentar a sus padres. Estaba tan enojada que temio su propia reaccion:

-Con la ayuda de una de mis hijas empezamos a averiguar. Y fuimos confirmando uno a uno los datos. La joven habia nacido un 31 de mayo de 1975, era adoptada y cuando se entero y pregunto a sus padres, estos le dijeron que su madre no podia criarla. La verdad es que lo unico que me importo fue que todo indicaba que esa joven era la hija que un dia de 1975 me dijeron que murio en el parto.

Supo tambien que la joven estaba casada. Carmen decidio contactar a su esposo. Un nuevo obstaculo la esperaba. Cuando el marido supo la historia le dijo que la joven estaba embarazada y que por favor esperara al nacimiento porque la noticia la podia afectar a ella y a su guagua.

-Me lo tome como un regalo: seria esperar unos meses, casi como si volviera a estar embarazada. Me empece a comunicar con su marido para saber como iba su embarazo, su salud. Le pedi un dia que nos juntaramos, el acepto, pero el dia de la cita me llamo y me dijo que no iria porque su guia espiritual le habia dicho que no fuera. Que dejaramos todo hasta ahi no mas. Que no tenia sentido. Le pregunte quien era su guia espiritual. No me lo quiso decir…

A Carmen no le quedo mas alternativa que esperar a que naciera el nino. Esperar para ir al encuentro de su hija y contarle lo que habia ocurrido hacia ya 30 anos…

-En el intertanto decidi que habia llegado el momento de enfrentar a mis padres. Apenas entre a la casa, los salude y de un tiron les dije que necesitaba preguntarles por mi hija que habian dado en adopcion. Mi mama abrio los ojos, se puso blanca, tomo a mi padre por el brazo y se lo llevo a su dormitorio. Sabia lo que venia… Los segui hasta la pieza: “Mama, por favor, quiero saber que hicieron con mi hija”. Mi mama no respondio: se cayo al suelo y de rodillas me decia: “?perdon!, ?perdon!, te suplico que me perdones. Te juro que crei que era lo mejor para ti”. Desde el suelo y de rodillas, mi madre me imploraba. No atine mas que a buscar los ojos de mi padre: lo vi con los ojos cerrados, sin querer estar ahi.

Lo que vino fue una escueta conversacion en la que Carmen les pidio ayuda para abordar a su hija. Decidieron que su madre hablaria con el sacerdote Joannon para que juntos vieran la forma de hacerlo:

-Mi madre regreso de la conversacion con Gerardo muy afectada. Me conto que el cura le habia dicho que no me hiciera caso, que yo en esa epoca era una mocosa inmadura y que el nunca iba a decir nada. Fue muy fuerte para mi mama.

Al conocer el resultado de la conversacion de su madre con Joannon, Carmen partio a la casa del cura. Entonces el sacerdote vivia en una casa que su congregacion tenia en calle Larrain Gandarillas:

-Gerardo me hizo pasar y se sento. De inmediato empezo a dar explicaciones. Yo lo pare: “Vengo solo a preguntarte con toda humildad, porque quiero saber la verdad y no deseo hacerte dano, necesito saber, quien tiene a mi hija. Lo necesito para reparar mi dolor”. “?Y yo que se! ?Por que me preguntas a mi?”, fue su respuesta. Le dije entonces que lo sabia todo, que el doctor Carlos Casar le habia entregado la nina recien nacida en sus manos… “Mira, tu no tenias ninguna posibilidad de criar a esa ninita, era absolutamente imposible… Y de todas maneras, no hay ningun papel en que conste que yo participe en eso. Haz lo que quieras”. Y pese a todas mis suplicas, de ahi no lo saque. Fue muy despota.

Ella salio de la casa de Larrain Gandarillas destruida, derrotada. Nunca espero que un sacerdote, que ademas habia sido su guia espiritual, le respondiera de esa manera. Que le siguiera ocultando la verdad

Cuando su hija dio a luz, Carmen espero un tiempo prudente y fue a su encuentro. La joven fue muy amable y a la vez muy fria. Le agradecio que la hubiera contactado y acto seguido le dijo que estaba muy bien con los padres que tenia, y que si algun dia ella asi lo quisiera, la volveria a contactar. De aquel encuentro han pasado ya nueve anos…

La vida de Carmen tuvo un vuelco brutal. No hubo mas duelo por la muerte de su hija, pero algo parecido fue lo que resintio. Ya no habria mas busqueda. Solo espera. La vida de sus padres tambien sufrio un vuelco:

-Mi madre empezo a decaer hasta que enfermo. Sus miembros se empezaron a atrofiar, se le torcieron los pies y los brazos. Luego a mi padre se le rompio un aneurisma y se murio. A partir de ahi mi madre paso mucho tiempo en cama, no podia hablar y tenia todo su cuerpo atrofiado. Y el cura Gerardo sigue alli. Incolume.

 

 

 

 

 




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