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Detenido
Un Parroco Por Abusar De Tres Hermanos En Santa Coloma De
Gramenet
El Pais February 11, 2014
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/02/06/catalunya/1391692509_323366.html
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La parroquia Santa Rosa.
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[Summary: Carlos Sandoval, his wife and five children
went to church every Sunday. He said he respected the priest,
referring to Ignasi Marquis, priest in charge of the Santa Rosa
church in the Barcelona town of Santa Coloma de Gramenet. Police
on Wednesday arrested Marquis, 63, who is accused of abusing
three of the Sandoval children.]
Cada domingo, Carlos Sandoval, su mujer y sus cinco
hijos acudían a misa. “Le teníamos respeto al párroco, como
párroco que es”, explicó ayer, en referencia a Ignasi Marqués, el
cura responsable de la iglesia de Santa Rosa, en la ciudad
barcelonesa de Santa Coloma de Gramenet. Los Mossos d’Esquadra
detuvieron el miércoles a Marquès, de 63 años, acusado de abusar
de tres hijos de Sandoval, de 12, 14 y 15 años.
El hombre es sospechoso de encerrarlos en su despacho
parroquial y tocarles los genitales, según fuentes del caso. A
pesar de eso, el juez le dejó ayer en libertad con cargos, con la
orden de no acercarse a más de 200 metros de los tres menores,
que estaban en catequesis en la parroquia. Cuando la policía le
detuvo, Marquès alegó que estaba impartiendo educación sexual a
los menores.
El hijo mayor de Sandoval, de 15 años, fue quien dio la
voz de alarma. Hace dos semanas, Marquès le llamó a su despacho.
“Le preguntó si había tenido relaciones sexuales, y le pidió que
le enseñase el miembro”, explicó ayer el padre de los menores.
Ante la extrañeza del joven de 15 años, que le preguntó al
párroco que qué estaba haciendo, este le dijo: ‘Ten confianza en
mí”, relató Sandoval. Pero el menor consideró que aquel
comportamiento no era normal y se lo contó a sus padres.
La revelación del adolescente ocasionó una cadena de
confesiones: el párroco había abusado presuntamente de los otros
dos hijos de Sandoval que también estaban asistiendo a
catequesis. El hombre detalló cuál fue el proceso en ambos casos,
con el objetivo de que ningún niño se pueda ver ante una
situación similar.
Según la acusación de Sandoval, a su hijo de 14 años le
engatusó preguntándole si ya tenía vello púbico y pidiendo que se
lo enseñase. Al más pequeño le contó que “Jesucristo había sido
operado para no tener hijos” y le pidió que le enseñase su
miembro, para explicarle cómo fue el proceso. Incluso a uno de
los críos intentó masturbarle, pero paró cuando el niño se quejó
porque le “ardía”, contó el padre de los tres hermanos.
El primer intento de abuso sexual, según Sandoval, fue
la noche del 24 de diciembre, en la misa del Gallo. Cuando acabó
la celebración, el párroco cerró la iglesia y se llevó al menor
de los tres hermanos a la parte trasera. “Le dijo que se quedase
a dormir con él y le cogió las nalgas”, explicó su padre.
Sandoval aseguró que sus hijos tenían miedo de contarlo, para
evitar que luego el detenido “les mirase mal”. Además, era el
“párroco”, una especie de institución para la familia.
El hijo mayor, en cambio, aseguró que no golpeó al
detenido cuando abusó de él por “respeto a un hombre mayor”.
Marquès llevaba poco más de medio año destinado en la
iglesia de Santa Coloma de Gramenet. En una escueta nota, tras
conocerse su detención, el Arzobispado de Barcelona anunció que
apartaba a Marquès de sus funciones, aunque esgrimió la
“presunción de inocencia” del sacerdote. Los Mossos mantienen el
caso abierto y sospechan que otros muchos menores pueden haber
sido víctimas de Marquès.
El sacerdote detenido tiene una estrecha vinculación con
la comunidad inmigrante. Conocido como el cura de los
negros, en 1984 fue uno de los fundadores de una entidad pionera,
el Centre Sant Pau, que acogía a inmigrantes africanos y les daba
asistencia social, médica e incluso jurídica. Además, fue
director del Secretariado Gitano de Barcelona. Durante varios
años ejerció de párroco en la iglesia de Sant Pere y Sant Pau, en
Mataró. Licenciado en Teología, ha escrito diversos libros, en
los que aborda, entre otras cuestiones, su visita a diversos
misioneros, y alaba la labor en el extranjero de los religiosos.
“Estamos impresionados, nunca nos hubiésemos esperado
algo así”, insistió Sandoval, de 42 años, ecuatoriano que lleva
14 años en España, y en el paro, fruto de un accidente que sufrió
como albañil. Cuando su hijo le contó lo sucedido, optó por
denunciarlo a los Mossos y no volvió a hablar con el cura, que da
misa a escasos metros de su piso. “Incluso llamaba a casa para
que los niños fuesen a catequesis cuando vio que faltaban”, contó
el hombre. Tras su puesta en libertad, Marquès volvió ayer a la
Iglesia Mayor de Santa Coloma, donde reside.
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