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  Todas Las Cruces De Juan Carlos Cruz (parte 1)

The Caras
May 13, 2011

http://www.caras.cl/politica-y-actualidad/entrevistas/2011/05/todas-las-cruces-de-juan-carlos-cruz-parte-1/

Dice estar tranquilo y seguro de haber hecho lo correcto luego de acusar, junto a James Hamilton, Juan Esteban Murillo y Fernando Batlle, al padre Fernando Karadima, hoy condenado por la propia Iglesia en un dictamen emblematico y a la espera de un fallo de los tribunales civiles, por abusos sexuales reiterados, fisicos y sicologicos.



A primera vista podria parecer que le toco mas leve que a sus companeros. Tan solo besos en la boca, manoseos en los genitales, violacion del secreto de confesion y un abuso y dominacion espiritual terrorifico. ?Poco? A la luz de los antecedentes que surgen dia a dia, estas conductas parecian ser la tonica del ‘curita de las vocaciones’ o ‘el santito’, como aun le llaman sus mas fanaticos seguidores. Sin embargo, la cruz pesa fuerte sobre la espalda de Juan Carlos. Y sufre. Y llora. Y contra toda logica humana, sigue creyendo. No es facil haber sido abusado de una manera brutal, al mismo tiempo en que va aceptando su propia condicion de homosexual en una sociedad que, aunque mas avanzada, tiende en su barbarie a confundirla con una desviacion, y a relacionarla sobre todo en la Iglesia, con la pedofilia. Con una Iglesia que, como lo dijo el enviado del Papa en Chile hace unos meses, el cardenal Tarcisio Bertone, cree que ellos son el lastre que hay que extirpar para solucionar todos los problemas. No es facil ser abusado por un cura de tintes satanicos y ser acusado por miembros de la propia Iglesia de mentir, de ser una loca, de querer hacerles dano. Y seguir creyendo. Esta es la historia de un hombre bueno que, por miedo, dejo Chile y se fue a EE.UU. Que contra todos los agoreros vaticinios de estar metiendose en las patas de los caballos por su condicion de homosexual, decide sacar la voz para que nunca mas suceda lo que tuvieron que vivir ellos cuatro, ni los cientos de otros que, azuzados hoy por su ejemplo, se atreven a hablar. Porque como le dijo una de las carmelitas que lo han acompanado en todo este proceso, rezando y llorando con el en la frialdad de sus celdas, “la verdad padece, pero no perece”. Como su verdad.

“Siempre quise ser cura. Ser misionero, ayudar a la gente. Eso murio. Con todo lo que vivi y asumiendo mi condicion de gay, me habria sido imposible. Pero siento que quizas en esto se convirtio mi vocacion. En representar una voz por los que no pueden hablar, las mujeres golpeadas por sus maridos, los ninos violados por sus tios… Que la PDI este impresionada del aumento de denuncias tras nuestro caso. Ese es mi orgullo y me llena de satisfaccion. Ahora mi apostolado esta en otro lugar”.



—?Como anda el animo hoy?

—Intuia que este proceso iba a ser fuerte, pero nunca tanto. Ha sido tremendo. Revivir todos esos anos y ser noticia por algo tan feo y doloroso… Me cuesta dormir, tengo terribles pesadillas, y lo peor es que despierto y no terminan. Y por otro lado estoy tan contento con lo que esta pasando. Normalmente no alcanza la vida para ver los frutos de estos grandes esfuerzos, pero las cosas estan sucediendo. El 24 de mayo van a juzgar a Richard Aguinaldo, ese cura filipino que abuso de tantos ninos en Huechuraba. ?Ninos de 6 anos! ?Y que le dijo Fernando Chomali, ahora obispo de Concepcion, a la madre? Que la congregacion lo tenia que estudiar. ?Y Errazuriz le regalo un pan de Pascua! ?Asi eran las cosas hasta hace un ano! Pero todo cambio. Los padres me llamaron para darme las gracias. ?A mi! Ahi te das cuenta de que todo esto tenia sentido.

—?Has pensado en por que esto te sucedio a ti?

—Karadima sabia elegir. Mi papa acababa de morir. Estaba absolutamente vulnerable… Me da tanta verguenza haber pasado por lo que pase. Porque entiendo que quien no ha sido abusado no logra comprender que la primera vez que alguien te frote la entrepierna uno no le pegue una patada en los cocos y salga arrancando. Lo mismo me digo yo ahora. No se como. Estaba tan necesitado de una figura paterna, tan destrozado. Y todos me contaban que el era un santito. Y el santito me decia que Dios me habia regalado un papa nuevo, ?el! Me preguntaba delante de todos Juan Carlitos, ?quien es tu papa? ?Usted!, contestaba yo. ?Un santito de padre!… Solo podia estar agradecido.

—Se que es muy cabron preguntarte esto siendo tu una victima, pero ?tienes sentimientos de culpa por no haberlo parado y evitado el dolor a otros?

—No habia ninguna posibilidad con el poder que manejaba, con sus amenazas. Quien me iba a escuchar en la epoca del cardenal Oviedo, si en el 2003 nadie oyo a Hamilton. El Bosque era tan poderoso. Juan Barros, una persona siniestra a su servicio, era el secretario del cardenal Fresno, estaban enquistados en el poder.

—?Cuales eran las amenazas de Karadima?

—Yo a los 16 anos le comente que creia que podia ser homosexual. Esa fue mi perdicion. De ahi cada vez que algo le molestaba —que me confesara con otro cura, que en el Seminario hablara con personas que no eran de su circulo— me decia, delante de todos, que me cuidara, que tenia tejado de vidrio. Me extorsionaba cuando yo no hacia lo que el queria, me decia que siempre iba a ser su palabra contra la mia… Sin embargo, se llenaba la boca con la importancia del secreto de confesion y yo pensaba no va a ser capaz de repetirlo. Hoy esta condenado por el tribunal eclesiastico, entre otras cosas, por traicion al secreto. Cuando cai en desgracia con el, filtro mi confesion, distorsionandola y pervirtiendola para que me echaran.



—?Pero que le molesto tanto al ‘santito’?—Estando en el Seminario me enferme de apendicitis y me puse muy mal. En el fondo queria morirme. Venia soportando los abusos desde los 16 anos. Habia pensado en suicidarme, pero no me atrevia. Cuando me enferme, me dije no me voy a cuidar, esto lo manda Dios. Yo muero y todo el mundo se va a acordar de un buen muchacho que murio cerca de Dios. Del Seminario me mandaron a mi casa para que me cuidara mi mama. A ella, siendo muy catolica, nunca le gusto El Bosque, algo le olia mal. Para Karadima ella era lo peor, porque era viuda y salia con un separado. Era su intento de alejarme de mis afectos, porque tu unica familia tenia que ser la Accion Catolica, o sea el.

“Volvi al Seminario, donde todos me querian mucho, salvo Arteaga y Polanco, que eran una verdadera Gestapo al servicio de Karadima: te controlaban y le informaban cada uno de tus movimientos. El domingo llego a El Bosque y Karadima se pone a la cabeza de una gran mesa con todos mis companeros, y me increpa. Me dice: ellos no han hablado conmigo, pero te tengo que decir, en nombre de todos, que estamos muy decepcionados de ti. Si no te arrepientes, yo voy a ir a hablar al Seminario para que te echen. Y luego les pide a todos que digan lo que piensan de mi. Arteaga, Barros, Polanco y Ossa empiezan con las acusaciones, puras tonteras: que me confieso con don Vicente (su director espiritual en el Seminario), que salgo a los jardines a hablar con extranos al grupo, que no rezo suficiente, que no estudio, ?cuando tenia un 6,7! Y me repite: tienes tejado de vidrio, debes pedir perdon y aceptar nuestras reglas o voy a ir a hablar, es tu palabra contra la mia. Les pedi perdon temblando, no pude dormir en toda la noche y de vuelta en el Seminario fui a las 6 de la manana a hablar con el cura Juan de Castro, al que casi infarto, y le conte: todo lo que se dice de El Bosque es verdad, es una secta. Me tranquilizo con que iba a hacer una reunion de formadores y que me iban a proteger. Pero entre los formadores estaban Arteaga y Polanco, quienes se encargaron de informarle a Karadima y quedo la cagada. Aparecio misteriosamente Juan Barros con una carta donde dos personas de la parroquia contaban cosas terribles de mi. Era Karadima triangulando y distorsionando mi confesion. Juan de Castro me creyo y Sergio Valech me salvo el pellejo, porque Barros ya tenia convencido al cardenal Fresno de que me sacaran. Y logre sobrevivir en el Seminario dos anos mas. Apuntado con el dedo. Nadie de El Bosque me volvio a hablar, me daban vuelta la cara y nunca mas regrese a la parroquia. Al final sali por mi propia voluntad, porque no podia mas”.

—?Y nunca lo comentaste con nadie?

—Lo de los abusos no. No era capaz. A Vicente Ahumada, mi director espiritual, solo le conte que me sentia presionado en esta secta.

—?Y que haces al salir del Seminario?

—Estudie periodismo y, haciendo la practica en La Red, llamaron anonimamente y me dijeron: tu eres maricon y nosotros lo vamos a contar. No te digo que era Karadima, pero decidi irme lejos.

—James Hamilton, dentro de las acusaciones que levanta en Tolerancia Cero, dice como algo grave que en la Iglesia hay muchos homosexuales. Cuando estas haciendo esfuerzos enormes para que la gente separe de una vez las aguas entre homosexualidad y perversion, ?no te hace un flaco favor con esas declaraciones?

—Yo creo que a Jimmy se le malinterpreto. Estamos juntos en esto y el sabe que el problema no es ese, sino el secretismo, el ‘sectismo’, y la defensa de delitos graves cometidos por perversos.

—Absolutamente. No creo que la homosexualidad sea el punto, tu probablemente habrias sido un estupendo cura. Ademas, el voto de castidad deja fuera cualquiera que sea tu naturaleza sexual.

—Yo conozco sacerdotes maravillosos que son homosexuales. Hay locos y desgraciados como Karadima y los que lo encubrieron. Pero hay muchos mejores ejemplares y eso es lo que importa. Personajes maravillosos que, como Antonio Delfau, casi sin conocerme me han acompanado. Tambien otros que consideraba amigos y que me dejaron absolutamente botado: Cristian Precht, Rodrigo Tupper, Fernando Chomali…

—Pero tu tienes que haber sabido que tu condicion seria ocupada en tu contra. ?No fue parte del analisis cuando decidieron sacar la voz?

—Lo sabiamos y lo conversamos con Jimmy y con (el abogado) Juan Pablo Hermosilla. Llore y me angustie, pero dije: no importa. Pense en mis sobrinos y en los hijos de todos mis amigos, que nunca sientan ni vivan lo que yo vivi.

—?Como reacciono tu familia?

—Fue horroroso para mi. Vengo de una familia conservadora, pero amante de sus integrantes. Cuando les conte a mis hermanos, me daba pavor que me dijeran tu no eres un buen ejemplo para mis ninos. En lugar de eso, me respondieron primero, siempre lo supimos; y nuestros hijos son tus hijos, los hijos que probablemente nunca vas a tener… Fue muy bonito y no me lo esperaba. Mi mama sufre, porque me vio sufrir, salir arrancando de este pais. Pero Chile ha cambiado mucho, ya no es tan homofobico, las generaciones de ahora no son asi. Hoy creo que puedo volver.

—Tu has sido un hombre muy exitoso en EE.UU. Elegido entre los latinos mas influyentes, eres encargado de comunicaciones de una top 100… Pero una cosa es sacarse el sombrero frente a ti, y otra darle trabajo al tipo que esta en el centro de la noticia. ?Esa posibilidad existe, hoy, en Chile?

—He sido exitoso, pero a veces me gustaria dejar todo esto y volver a Chile. Aqui en Milwaukee me he hecho amigos, aunque en el fondo estoy muy solo. Y pese a creer que estoy preparado para grandes cosas, si tengo que empezar de nuevo, lo hare.

 
 

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