El Pinguino
April 10, 2011
http://www.elpinguino.com/noticias/108789/Tenemos_que_asumir_en_nuestras_filas_hay_gente_que_ha_hecho_el_mal.html
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La petición de perdón y el mea culpa que hizo el viernes la Iglesia Católica chilena no dejó indiferente a nadie.
A las fuertes declaraciones emitidas por la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, a través de un comunicado -donde reconoció su ineficacia para actuar frente a las denuncias de abuso sexual contra menores y jóvenes-, se suman las declaraciones posteriores, como la del obispo emérito de Punta Arenas, Tomás González, quien ayer, en una misa del aniversario de la muerte del Cardenal Raúl Silva Henríquez, efectuada en la Catedral de Santiago, manifestó que la Iglesia Católica debería sentir vergüenza por el caso que involucra al ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, en este tipo de delitos (ver página 32).
Por su parte, en Magallanes, el obispo de Punta Arenas, Bernardo Bastres Florence -quien arribó ayer a la ciudad-, señaló que "tenemos que asumir que dentro de nuestras filas hay gente que ha hecho el mal y, por lo tanto, tenemos que pedir perdón, si queremos que la gente vuelva a confiar en nosotros y la Iglesia vuelva a tener la credibilidad que ha tenido durante tantos años".
Asimismo, recordó que ya habían pedido perdón el año pasado, por estos mismos hechos. "(...) Cuando concluimos el peregrinaje a la Virgen del Carmen, en Maipú, hicimos un signo al inicio de la Eucaristía, donde pedimos perdón y nos pusimos de rodillas. Pero nos pareció que era importante que en esta declaración volviéramos a reiterarlo a aquellos que han sufrido estos horrendos crímenes, porque es sanador también", dijo.
Casos en Magallanes
En la región los casos de religiosos acusados, procesados y condenados por abusos sexuales contra menores se remiten a Víctor Hugo Carrera Triviño y Jaime Low Cabezas.
En 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en Santiago, cuando regresaba de Bolivia, luego de permanecer tres años prófugo tras ser acusado de abuso sexual contra un niño en 1999 en Punta Arenas. Fue condenado en el año 2005, en tanto Low en 2009.
Con respecto a ambos casos, el obispo recordó que "cuando yo llegué a la diócesis (2006), lo de Víctor Hugo estaba concluido. De hecho, a mí me tocó darle el castigo definitivo".
"En cuanto al caso de Jaime (Low), Roma ratificó nuestra sentencia. Y cuando me tocó la segunda situación de Jaime, lo primero que hice fue pedir perdón a la familia y al muchacho, porque un sacerdote está para promover la vida y no maltratarla. En ese sentido, hemos actuado de acuerdo al protocolo existente. Los dos están suspendidos de por vida", expresó.
Otros casos de miembros del clero denunciados por este delito, fueron el del sacerdote salesiano Carlos Larraín, en 2001, procesado por "tocaciones deshonestas" contra una niña de 9 años, cuando era director del Colegio María Auxiliadora, entre 1997 y 1999. Posteriormente fue absuelto.
Ese mismo año, el presbítero Antonio Larraín Pérez-Cotapos fue acusado por abuso sexual de dos menores en Porvenir. Fue absuelto por la Corte Suprema por falta de méritos.
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