Sename solicitó procesar a sacerdote sospechoso de abusos deshonestos La entidad presentó ayer un escrito en el tribunal que lleva el caso de Enrique Valdebenito (52), párroco de la localidad de Negrete, provincia de Biobío. emol.com 11 de Abril de 2002 http://www.emol.com/noticias/nacional/2002/04/11/82870/sename-solicito-procesar-a-sacerdote-sospechoso-de-abusos-deshonestos.html SANTIAGO.- El Servicio Nacional de Menores (Sename) solicitó abrir un proceso formal en contra de un sacerdote católico acusado de abusos sexuales a dos niños. El inculpado es Enrique Valdebenito (52), párroco de la localidad de Negrete, provincia de Biobío. El religioso cometió el supuesto ilícito a comienzos de 2001 y fue denunciado por los padres de las víctimas en octubre pasado, ante el Juzgado de Letras de la ciudad de Nacimiento. Según familiares de los niños, que tienen 11 y 13 años de edad, el presbítero habría enfrentado una acusación similar en Argentina en 1997, mientras se desempeñaba en la parroquia San Pedro del pueblo de Chivilcoy. Valdebenito se trasladó a Chile sin ser encausado en el país trasandino. El Sename se hizo parte del juicio por la denuncia de los niños de Negrete y pidió el procesamiento del sacerdote mediante un escrito que presentó el ayer en el tribunal del caso. Si el juzgado de Nacimiento acoge el requerimiento y lo declara reo, Valdebenito se convertirá en el segundo religioso procesado en la justicia chilena por delitos de carácter sexual. El caso anterior afecta al sacerdote salesiano Antonio Larraín Pérez-Cotapos, ex director del Colegio María Auxiliadora de la localidad de Porvenir, en la zona de Tierra del Fuego (Magallanes). Larraín fue encargado reo por la jueza local Claudia Madsen como autor de abusos sexuales en 1999 a una alumna de nueve años y la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, la capital regional, confirmó unánimemente el fallo. Los efectos de la agresión a la niña fueron certificados por médicos legistas y sicólogos. El mismo Larraín es blanco de acusaciones similares por acciones con otros cinco niños y niñas del mismo colegio, pero sus padres, finalmente, no acudieron a los tribunales. El sacerdote fue separado de sus funciones docentes por orden del tribunal de Porvenir, pese a las críticas del Obispo de la Diócesis de Magallanes, monseñor Tomás González, quien declaró públicamente que los fallos constituían "una afrenta seria del Poder Judicial con la Iglesia". Larraín, 65 años, ha alegado inocencia hasta ahora.

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