Caso Próvolo: Detuvieron a un ex directiva como cómplice de los abusos sexuales - Dos sacerdotes, una monja y cuatro administrativos están imputados y detenidos en la causa en que se los investiga por abuso sexual contra chicos sordos del instituto religioso Antonio Próvol Lavoz901.com 26/08/2017 http://www.lavoz901.com/despachos.asp?cod_des=277796&ID_Seccion=5&fecemi=26/08/2017 Dos sacerdotes, una monja y tres administrativos están imputados y detenidos en la causa en que se los investiga por abuso sexual contra chicos sordos del instituto religioso Antonio Próvolo. Pero la causa avanza y ayer se sumó la detención de Graciela Pascual, la ex representante legal del centro en Luján de Cuyo, Mendoza. La Justicia consideró que la mujer fue cómplice de las vejaciones sufridas por los niños al omitir exponer lo que ocurría puertas adentro de la escuela. En Cámara Gesell y en las audiencias en tribunales, las víctimas y los familiares señalaron a la directiva como "mano derecha" del cura Nicola Corradi (82) "Ella tomaba todas las decisiones junto con Corradi, era como la dueña", señalan al diario Los Andes. El nombre de Pascual se repitió en casi todas las declaraciones de los 44 hechos hasta hoy denunciados. Por eso, tras un allanamiento en el domicilio de la mujer, el fiscal Gustavo Stroppiana la imputó como partícipe primaria de los abusos sexuales y corrupción de chicos hipoacúsicos "por omisión", al no haber denunciado los terribles vejámenes sufridos por los menores. Gabriela Pascual, comenzó a trabajar en el Próvolo como asistente social, por lo que conocía todo lo que ocurría en el instituto y sus movimientos internos. Muy cercana a Nicola Corradi, pasó a ser la encargada legal del establecimiento. Dentro de la escuela para sordos la llamaban "la jefa", y los investigadores señalan que ella sabía lo que allí pasaba pero se encargó de ocultarlo. En la computadora que usaba en el instituto se encontró material pornográfico, pero desde el centro se aclaró que el mismo pertenecía a seminaristas que fueron expulsados de la entidad. Sobre la mujer existe una denuncia realizada por la madre de un alumno por los supuestos abusos que sufrió su hijo en el 2008. La mamá del menor asegura que la directiva relativizó el hecho y no quiso seguir con los protocolos que se deben realizar ante estas denuncias. El abogado de las víctimas, Oscar Barrera, denunció ante los medios mendocinos: "Se garantizaba el silencio. Esta detención muestra la sistematicidad que había en el Próvolo respecto de los hechos que sucedieron, la garantía que tenían de encubrimiento y la selección de las víctimas. No eran cualquiera los abusados, sino que eran los que no tenían comunicación con los padres". Desde que las aberrantes denuncias comenzaron a conocerse en noviembre de 2016, el nombre de Graciela Pascual se repitió en muchas de las declaraciones ante la justicia. Según fuentes de la investigación, la imputación de la directiva sería la primera de una serie de detenciones que ocurrirían en los próximos días, todas "vinculadas a gente que trabajó en el instituto y quienes habrían sido partícipes primarios o secundarios de las vejaciones", señalaron a Los Andes. El miércoles, la Justicia dispuso que cuatro de los cinco imputados sigan en prisión hasta que la causa se eleve a juicio. Así, continuarán detenidos los sacerdotes Nicola Corradi, que tiene arresto domiciliario, y Horacio Corbacho, y los ex empleados administrativos Jorge Bordón y Armando Gómez. Con respecto a José Luis Ojeda, otro empleado del Próvolo, la situación no está definida: su abogado defensor, Víctor Blanco, pidió que se revise su imputabilidad, dado que padece hipoacusia y un retraso mental. Todos están acusados de "abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores". Graciela Pascual permanecerá detenida en la cárcel de mujeres de Agua de las Avispas, junto a la monja japonesa Kumiko Kosaka (42), acusada de participar en las violaciones de los chicos sordos y de cambiar los pañales "con sangre" luego de consumados los hechos aberrantes.

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